Y en eso habló Botín

28/03/2011 - 00:00 Julia Navarro

Pues sí tiene razón Emilio Botín, con la que está cayendo mejor sería no tener a un presidente de Gobierno en la pista de salida. Pero si el presidente Zapatero está hoy en esa situación es responsabilidad suya y solo suya. Fue él quien abrió la caja de Pandora de su sucesión y ahora le va a resultar imposible cerrarla por más que intente cerrarla, aunque sea con la inestimable ayuda del principal banquero de España. De paso a Emilio Botín también le llueven las críticas, suaves eso sí, pero críticas al fin y al cabo por haberse metido tan de lleno en las cosas de la política. Tiene derecho ¡faltaría más¡, además de banquero es un ciudadano, otra cosa es que su opinión tenga un efecto inmediato en la sociedad. En Moncloa creen que Botín ha dado un balón de oxigeno a Zapatero, y en la calle las opiniones están divididas. Desde luego, para el PP ha sido un "palo" por más que ahora lo intenten disimular.
   A los populares lo que mejor les viene es el adelanto electoral y eso de que Emilio Botín defienda que la legislatura hay que agotarla es un torpedo en su línea de flotación. Claro que si se lo pensaran dos veces no les parecería tan mal. Zapatero está haciendo todas las reformas impopulares que la izquierda no perdonaría que las hiciese la derecha. Pero volviendo a la cuestión de fondo, o sea a la política, lo cierto es que lo pida Botín o lo pida quien lo pida el debate sobre la sucesión de Zapatero va a continuar hasta el día en que nuestro presidente tenga a bien decirnos que piensa hacer en el futuro. Ese debate no hay quien lo pare y lo que es peor está desangrando a los socialistas. Cada día que pasa es más evidente que una parte del PSOE hace guiños a Rubalcaba, otra parte a Carme Chacón y otra parte se reserva a ver que pasa.
    Y me parece a mí que en lo único que hay unanimidad tanto dentro como fuera del PSOE es en que el presidente Zapatero está abrasado políticamente, e independientemente de cuándo diga adiós, todos esperan que se vaya, que no repita. El escenario ideal sería que Zapatero nunca se hubiese colocado el solito en la pista de salida y, por tanto, no hubiera dado pie a que se abriera el debate sucesorio, y por tanto que ahora mismo no pareciera un presidente interino, y por tanto que pudiera culminar la legislatura y no tener que despejar hasta el último día si se queda o se va. Esa estabilidad sin duda habría favorecido a nuestra economía. Pero la realidad es la que es, y no es otra que ha sido el presidente el que con una ligereza pasmosa abrió el debate sobre su sucesión y ahora mismo no hay quien pare el debate. Las palabras de Botín sin duda han tenido un importante impacto durante el fin de semana, pero otra cosa es que no hayan caído en saco en roto.