Y la UE de vacaciones

23/02/2011 - 00:00 Julia Navarro

 
Lo mismo que se sabía el 24 de febrero de 1981 sobre la trama golpista que había precipitadNo es extraño que los ciudadanos no se sientan representados por las instituciones de la Unión Europea. En realidad la Unión Europea luce por su ausencia en la crisis que está sacudiendo África y Oriente. La Alta Representante para la Política Exterior de la UE, la llamada Lady Asthon, parece siempre ausente de los problemas. No dice nada y cuando dice algo es tan inocuo que es como si no lo dijera. Tampoco el presidente de la Comisión, ni ninguno de los comisarios, ha dicho nada importarte sobre esta crisis, y los ministros de Exteriores de los países miembros también se complacen en decir vaguedades. Así que mientras miles de ciudadanos en Egipto, Túnez, Libia, Sudan, Bahrein, Irán, etc, salen a las calles reclamando democracia y libertad, los mandamases de la UE no encuentran palabras para apoyarlos y, lo que es peor, al parecer tampoco encuentran instrumentos para lograr que, como en el caso de Libia, cese la matanza de civiles. Hasta hace dos días para nuestros gobernantes europeos, y que decir de Estados Unidos, Hosni Mubarak, por no ir más lejos, era nada menos que un estadista. A Gaddaffi le habían perdonado sus veleidades terroristas y le recibían en todos los países con todo tipo de parabienes. El ex presidente tunecino militaba nada menos que en la Internacional Socialista. A los ayatolas iraníes les pretendemos convencer de las bondades de la Alianza de Civilizaciones, y con el sultán de Bahrein se hacían pingues negocios. Y de repente la gente de la calle, los ciudadanos, sociedades enteras, han encontrado un valor realmente heroico para salir a la calle y decir que quieren libertad, que quieren unas reglas de juego democráticas. Y esa explosión de libertad le ha pillado con el pie cambiado a Occidente, de manera que nuestras instituciones comunitarias están atónitas ante lo que sucede y son incapaces de articular una respuesta que sea una mano tendida a la gente. Incluso en esta ocasión la diplomacia norteamericana ha sido menos ambigua y dado un paso adelante. En fin, que somos muchos los ciudadanos que nos preguntamos dónde está la UE, y que si sirve para algo más que para el intercambio comercial. Sí, somos muchos los ciudadanos que pensamos que cuando a las grandes potencias les ha dado la gana se han inventado una excusa para intervenir en cualquier país donde estuvieran sus intereses en juego y, sin embargo, hasta ahora nadie ha movido un dedo para ayudar a los ciudadanos libios a librarse de ese loco que tienen como jefe de Estado, que es Gaddaffi. ¿Es que no existe la injerencia por cuestiones humanitarias? Debe de ser que no. El caso es que la Unión Europea está teniendo un papel ciertamente penoso en toda esta crisis, tan penoso que es difícil creer que Europa vaya a ser algo más que un mercado. Visto lo visto, que no nos aburran con discursos, nos atenemos a los hechos, y los hechos son concluyentes: la UE, en crisis como a la que estamos asistiendo, no sirve para nada. Es una pena tener que decirlo con tanta rotundidad ste país disparatado¡) en los demócratas más verdaderos de aquella infausta jornada.