Yebra, candidata al ATC

La tensión vivida en el salón de plenos era una muestra del sentir generalizado de toda una provincia que no quiere convertirse en el basurero nuclear del país y que observa atónita cómo cinco irresponsables –así cabe calificar a quienes se presentan a las elecciones bajo las siglas de un partido político y luego no acatan las decisiones de sus dirigentes- pueden hacerlo realidad. Han ninguneado a su presidenta regional, Mª Dolores de Cospedal y a su presidente provincial, Antonio Román,y dejan en entredicho la autoridad de los dirigentes del PP, que deben ahora demostrar su firmeza en la aplicación de los estatutos de su partido. También han hecho oídos sordos a las críticas de la oposición socialista de Yebra, a las provenientes del equipo de Gobierno de la Diputación y a las del presidente de Castilla-La Mancha. El Alcalde de Yebra y sus cuatro concejales justifican su empecinamiento por ser el ATC una “excelente oportunidad industrial y empresarial para la localidad”. Nada más lejos de la realidad. Guadalajara tiene el mejor ejemplo, con el cierre de Zorita y su maltrecho plan de desmantelamiento, de la hipoteca perpetua que supone, no sólo para el municipio, sino para toda la provincia, una instalación nuclear. Ahora, una vez dado este paso, sólo queda esperar que se confirmen más candidatos al ATC, en Catalunya o en Castilla y León, para que el Gobierno decida el emplazamiento definitivo. Mientras tanto, PP, PSOE e IU deben seguir firmes y contundentes en su negativa a la implantación del ATC en Yebra. Ellos representan a la inmensa mayoría de su población, a Guadalajara y a Castilla-La Mancha, y cuentan con el respaldo de sus votos para trasladar al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que nuestra provincia ya ha demostrado con creces su solidaridad nuclear. Ahora les toca a otros.