Yo también quiero objetar. Y no insulten, ¡por favor!

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por:
Cartas al director
ÁNGEL LUCAS SÁNCHEZ MUÑOZ / Secretario de Política Institucional CCOO - CLM
Gracias, de verdad, agradezco al PP que sitúe en el centro del debate la fiscalidad de nuestro país.

Digo que yo también quiero objetar, ya que la Presidenta de la Comunidad de Madrid llama a la insumisión fiscal ante la subida del IVA que tendrá lugar en el segundo semestre de este año, yo quiero ser objetor, o ¿por qué no? ser insumiso ante determinadas políticas económicas del Gobierno autonómico de Madrid, impuestas a la ciudadanía de nuestra comunidad autónoma vecina.

Lo hemos oído claro, fuerte y repetidas veces, el PP no quiere subida de impuestos, incluso apuestan por bajarlos. Se me ocurre pensar, y me pregunto si es que esto no afecta al Ayuntamiento de Madrid que acaba de imponer una nueva e importante Tasa sobre la recogida de basuras, o sobre las políticas de la Comunidad de Madrid en la que ¿saben que el bono de 10 viajes de Metrobús madrileño en 2009 costaba 7,40€, y en 2010 ha pasado a costar 9€?, una subida de un 21,6%. Este desproporcionado incremento también afecta a toda la ciudadanía, como ocurre con el IVA, o quizá me equivoque, porque no suelo ver a todas las clases sociales utilizando por igual el metro madrileño.

Hace poco la Comunidad de Madrid anunciaba una estupenda solución para paliar la vergonzante puesta en marcha del Sistema para atención a la Dependencia en su región, porque, por si no lo saben, están a la cola del país en esta materia, junto con otras comunidades autónomas como Murcia, Valencia o Canarias. La solución hallada es que darán un “cheque-residencia” a quien necesite ese servicio, por valor de algo más de 800€ al mes, claro que el precio de una residencia en su territorio ronda los 2.500-3000€, en fin… un despropósito.

Pero, como decía, sobre todo pido que no insulten. Hemos oído estos días al candidato del PP a la presidencia del Gobierno decir que las gentes de bien, las gentes con sentido común, rechazan la subida del IVA antes mencionada. ¡Por favor! ¡no se dejen insultar!, mi sentido común, y seguro que el suyo, al igual que el de muchas personas de bien, hace que queramos que no nos suban los impuestos a todos por igual.

También se oía estos días al Consejero de Sanidad madrileño, el Sr. Güemes, arremeter contra la subida del IVA, el mismo que está desmantelando el Sistema Público de Salud madrileño, el mismo que está transfiriendo a capital privado la gestión sobre la salud de su comunidad autónoma, que, no nos engañemos, es un gran negocio.

Y en nuestra comunidad autónoma el PP va a registrar una iniciativa en las Cortes regionales para instar al Gobierno de España a que deje sin efecto la subida que tiene prevista del IVA. No entraré a opinar hoy sobre la legitimidad de cada una de las cámaras, regional o nacional, para aprobar lo que estimen oportuno, o sobre el valor democrático de determinadas iniciativas y su relación con la existencia de un Estado de Derecho como el que habitamos.

Por todo esto, sea bien venido el debate fiscal. Yo tampoco quiero que me suban el IVA.

Pero sí quiero una reforma fiscal integral, en la que en verdad paguen más los que más tienen, que sea más justa y redistributiva, que se graven más las rentas del capital y menos las cargas sobre el trabajo o el consumo, que se reequilibre la balanza impositiva a favor de los impuestos directos, que así y de este modo más equitativo se generen los recursos que nuestro país necesita para salir de la crisis con mayor calidad social, que se puedan seguir implementando medidas de apoyo y ayuda a quienes más lo necesitan, que se pueda mantener una inversión productiva por parte de los diversos gobiernos que permita crear empleo y generar riqueza…
Y también quiero que se actúe sobre otros aspectos nada desdeñables en política fiscal, como luchar contra el fraude, o “blanquear” la importante economía sumergida. Y ¡claro está! hasta el Sr. Almunia reflexiona ahora sobre la conveniencia o no de haber hecho desaparecer impuestos sobre la riqueza como es el impuesto sobre el Patrimonio, a lo que podríamos añadir en nuestra región la desaparición del impuesto sobre sucesiones y donaciones, o los recortes en otros como el impuesto sobre el juego, o el de actos jurídicos documentados, o el de transmisiones patrimoniales…
Este es el camino que muchas gentes de bien y con sentido común deseamos para nuestro país y para nuestra región.