Zafarrancho de combate

11/06/2012 - 10:46 Santiago López Castillo


  No me extraña que el personal esté de los nervios. Que si la prima, la tía, la sobrina… y su puta madre. Este Gobierno timorato del PP no se explica ni se le adivina. El PSOE, artífice de esta debacle nacional, vive como Dios en el Consejo de Estado, entre otras instituciones, la ex vice Vogue o mismamente el indigente Zapatero. Y, encima, sus acólitos echan la culpa al PP, después de dejar España como un solar.

  El químico prodigioso, o sea, Rubalcaba, se envuelve en el manto de la demagogia y alardea de los “logros sociales” (siempre la misma cantinela) culpando a la derecha de todos los recortes, con el añadido de meterle el índice en un ojo, a lo Mouriño, cuando el gobierno de ZP hubo de hacerlo ante el tutelaje que ejerce la Unión Europea a los países miembros en crisis, en el que la Merkel prepotente se pasa más de tres pueblos.

  El club -en plan utópico- debe ser igual para todos los socios, sería lo democrático, pienso yo, pero pasa lo mismo que en la ONU, donde algunos tienen derecho a veto y a los demás que les den por culo. La UE peca de oscurantismo, de burocracia, de funcionarios con manguitos y poco resolutiva. Servidor entiende poco de estas cosas. Pero el sentido común me dice que un club de esta índole debe ser, por encima de todo, solidario. Mas no. Es un puro mercadeo con el mamoneo de los mercados, valga la redundancia, y los bancos en plan sanguijuelas. El PSOE ha encontrado en Bankia la yugular del PP. No suelta presa.

  No tengo ningún fondo de inversión en la antigua Caja de Madrid, algunos ahorrillos sí tuve hace tiempo. Ahora sólo me queda un vecino de la urbanización que es director de sucursal. La labor social de estas entidades bancarias ha dado paso al politiqueo. Los socialistas piden transparencia en la gestión como si ellos no estuvieran o estuviesen en el Consejo de Administración, tanto igual que los peperos, compañeros, como los sindicatos trincones y demás artes del choriceo.

  Pero el Partido Popular se niega, con alguna razón, a crear una comisión de investigación en el Congreso; pero, como vulgarmente se dice, el que no la hace, no la teme. La razón que Rajoy puede alegar es que no hay que levantar polvaredas en estos tiempos de crisis. La UE y los mercados internacionales nos tienen en el ojo de huracán. Nunca el secretismo en democracia (va por nosotros, o sea, por ellos, los políticos) puede ser una justificación. Las cuentas claras, y el chocolate espeso. PD.- Aburren los tertulianos, Carlos Herrera en primera posición, que sabe de la Bolsa y la Vida la hostia. Voceros aventajados. Cobran como banqueros. Y sus oyentes, unos gilipollas, entre los que me incluyo.