Zapatero arrasa al PSOE

22/11/2010 - 00:00 Antonio Pérez Henares

Después de leer la entrevista-humareda de El País, después de escucharle en los mítines, pero sobre todo después de reparar en la memoria lo que ha sido su actuación en todo lo que llevamos de legislatura resultará un ejercicio de absoluto autismo suponer que los hechos pueden enderezar la deriva onírica del presidente Zapatero. Creo que ni siquiera un resultado electoral que suponga un verdadero desastre es capaz de ello. Su ensoñación preside su agenda personal y esta es ajena ya a casi todo. Y entre ese todo están los intereses de su propio partido. Las urnas no sólo van a desplazar del poder en Cataluña al PSC (al que por cierto llegó con un pacto con el independentismo radical del que ahora hace como que se distancia) sino que pueden, de confirmarse las unánimes encuestas, tener que afrontar una verdadera hecatombe. Los socialistas ya cosecharon un resultado muy pobre en los anteriores comicios, un 26,8 por ciento de los votos y 37 escaños, pero es que ahora están en trance de rondar la frontera del 20 por ciento y los 30 escaños. O sea, una pérdida de un 6 por ciento y de un escaño por cada punto perdido. Pero estoy convencido de que aunque los peores augurios se cumplan ello no afectará a ZP, que se quitará de inmediato de en medio y descargará las culpas sobre el primero que pase o el segundo que se le ocurra. Sin embargo ¿está dispuesto a transigir con ello su partido? Ferraz y Pepe Blanco, amen del sanedrín vinculado a Rubalcaba por supuesto. Pero las organizaciones territoriales del PSOE ya son otra harina y otro cantar. Puede que el PSC se recupere y sin duda algo lo hará para las generales. Pero lo que esto de ahora indica es que peligra hasta su papel hegemónico en la sociedad catalana. Siempre ha mantenido su condición de partido más votado en las generales, ha sido el granero esencial de diputados para la bancada socialista (de hecho la diferencia de escaños en Cataluña fue decisiva para su triunfo en 2008, exactamente fueron por los que le ganó al PP) y Barcelona su baluarte municipal por excelencia. Pues todo puede hacerse añicos. CiU aspira a un segundo paso que es la soñada conquista de la capital y a un tercero que es superarlos en los comicios a las Cortes Generales. Eso por el PSC, pero peor es todavía la cascada sobre el resto de España. Porque ZP no va a salvar a Montilla, al que más bien arrastra un poco más en su descrédito, sino que esa entente resulta letal en el resto de España y se añade a las cada vez más negras perspectivas electorales futuras. La marca ZP en sus horas más bajas está arrasando las expectativas de su propio partido y de algunos dirigentes regionales y locales que han hecho dignamente sus deberes. Ello es cada vez más evidente. El efecto Rubalcaba, si es que existió más allá del propio autoengaño del naufrago que ansía ver el perfil de una costa y acaba hasta en suponerla en una tremenda ola que se le esta viniendo encima, no ha durado más allá de un par de comparecencias y dos o tres desaguisados entre los que el Sáhara, tan de entraña para su electorado, ha tenido efectos devastadores. El PP está a 13 puntos y que Zapatero se quiera hacer una foto con los empresarios que le han escrito al Rey poco menos que pidiendo socorro no va a solucionar absolutamente nada. Porque nuestro presidente -y ello está cada vez más instalado en el consciente colectivo- no forma para la solución de nada sino que se le percibe como impedimento creciente para poder resolver cualquier problema. En España, que es lo que nos importa a todos, pero crecientemente en PSOE, que es lo que quizás les importe a los socialistas. El domingo puede que hasta a los que se niegan a la evidencia la urna los tire del caballo. .