Zapatero hace caja

Zapatero hace caja. El café del pasado sábado en La Moncloa con los treinta empresarios más importantes del país tenía postre. El Gobierno ha decidido vender un tercio del negocio estatal de las loterías y privatizar, también, la gestión de los aeropuertos de Madrid y de Barcelona, los únicos rentables, junto al de Palma de Mallorca. ¿Quién los comprará? ¿Florentino? ¿Entrecanales? A la fuerza ahorcan y quien tantas veces se llenó la boca acusando al PP de tener un programa oculto de privatizaciones -a la manera de Cameron en el Reino Unido-, es quien ahora da el paso y pone a la venta los cuadros y la vajilla heredados de la abuelita. El pánico creado por la intervención de la UE en Irlanda está en la base de estos movimientos que, a corto plazo, persiguen hacer caja para afrontar los abultadísimos intereses de la deuda. Otras medidas anunciadas ayer por sorpresa en el Congreso -reclamadas desde hace meses por toda la oposición a excepción de IU-, parecen diseñadas para transmitir a los mercados (a nuestros acreedores) la idea de que la economía española se va a enderezar y que al bajar la presión fiscal sobre las pequeñas empresas -se estima que las medidas afectan a unas 40.000-, se podrá crear empleo y, por lo tanto, se reanudará el círculo virtuoso: más empleo, más cotizaciones a la Seguridad Social, menos gasto en prestaciones sociales... Dicen los expertos que el tratamiento es correcto, pero que quizá llega un poco tarde porque el enfermo hace tiempo que perdió la confianza en el médico.