Zapatero, juguete roto
21/03/2011 - 00:00
La marea especulativa del culebrón sucesorio se basa en "diversas fuentes del PSOE" y los deseos particulares de ciertos barones en vísperas electorales. Esos son los fundamentos informativos de la última oleada de quinielismo en torno al futuro de Zapatero. Por un lado, fuentes anónimas de Moncloa y de Ferraz. Por otro, la certeza de los dirigentes territoriales de que anunciará su retirada "muy pronto". Todo ello, con descarada toma de posición de los dos periódicos de mayor tirada en la disputa que se avecina: uno por Rubalcaba, otro por Chacón.
Con todos esos elementos se da por hecho que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE anunciará ante el comité federal del 2 de abril su decisión de no repetir como cabeza de cartel en las elecciones generales de 2012. Si eso es así, el PP ya tiene hecha la campaña para las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo.
Un presidente del Gobierno que se da a sí mismo por amortizado cuando aún falta un año de Legislatura (con la que está cayendo en el mundo y con un ambicioso plan de reformas en marcha) y un PSOE partido en dos (por el efecto primarias), no parece lo más aconsejable, salvo que alguien haya descubierto que importa más la causa electoral de los socialistas en Castilla-La Mancha o en Extremadura que en el conjunto de España.
Dicho sea en relación al manejo de los tiempos. No a la posibilidad de que Zapatero quisiera competir por tercera vez con Rajoy en unas elecciones generales. Esta es la única verdad del cuento. Que su decisión de no repetir está tomada. Así que ya no se discute si Zapatero sí o Zapatero no. Ahora solo se discute si lo anunciará antes o después de las elecciones territoriales del 22 de mayo.
Si él decide que antes, solo queda la fecha del 2 de abril para anunciarlo ante el comité federal (el próximo no toca hasta el 27 de mayo), con los inconvenientes señalados. Quienes defienden esta tesis entienden que se mejorarían las expectativas electorales de los barones socialistas en las municipales y autonómicas de mayo y además sería una forma de no sobrecargar el saco de desgracias políticas de Zapatero con una posible debacle en estas elecciones.
Si decide anunciarlo después de las elecciones del 22 de mayo, habría un margen más amplio para acometer el proceso sucesorio, pasando por primarias (convocatoria y, si hay más de un candidato, celebración) e incluso por un congreso federal ordinario a partir del 5 de julio de 2011 del que saliera un nuevo secretario-a general, a elegir entre más de un aspirante, que hiciese innecesaria la celebración de primarias.
En todo caso, lo anuncie antes o después del 22-M, lo que ya no es discutible a estas alturas es que Zapatero se ha convertido en un juguete roto, incluso para su propio partido
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