Zapatero, punto final

23/05/2011 - 00:00 Julia Navarro

La derrota de los socialistas en las urnas ha sido de tal magnitud que lo sorprendente es que el Secretario General del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, no haya asumido su responsabilidad en el desastre adoptando alguna decisión acorde con lo sucedido. Porque lo que ha sucedido no es sólo que el PSOE se ha desangrado este 22 de mayo sino también el fin del zapaterismo. Desde 1977 el PSOE viene obteniendo unos resultados más que dignos en todos los comicios, aún cuando no ha ganado. Por eso, el fracaso estrepitoso de este 22 de mayo debería de acarrear la asunción de responsabilidades del secretario general y de quienes le vienen acompañando. Y es que no sólo el PP ha ganado por goleada, es que el resto de los partidos que han concurrido, por ejemplo Izquierda Unida y Unión, Progreso y Democracia, han logrado unos buenos resultados en las urnas. Sólo el PSOE ha perdido de manera rotunda, arrasado por el deseo de los ciudadanos de que algo cambie para ver si con ese cambio se produce el milagro que suponga que nuestro país salga de la actual situación económica. El PSOE tiene un problema a su izquierda, lo estamos viendo estos días con todos esos miles de jóvenes que desde el 15 de mayo vienen protestando a lo largo de toda España y que tiene como epicentro la Puerta del Sol de Madrid.
 
   Los que han acudido a la Puerta del Sol de Madrid o a todas las concentraciones que se vienen sucediendo en todas las capitales están esperando una respuesta, no que el Secretario General del PSOE y presidente de Gobierno diga que todo va a continuar como si no pasara nada. O el PSOE reacciona o la derrota del 22 de mayo va a constituir en el prefacio de otra derrota en las próximas elecciones generales. Es como si este PSOE se hubiera quedado viejo, sin capacidad de autocrítica y por tanto de respuesta. Pero la noticia de estas elecciones no sólo ha sido la derrota del PSOE, sino que hay que destacar la subida en votos de Izquierda Unida y la irrupción con fuerza de UPyD de Rosa Díez. Es evidente que UPyD ha quitado votos al PSOE, de manera que desde el "estado mayor" del PSOE deberían de empezar a cambiar sus consignas que apuntan a que UPyD está a su derecha.
 
   Es evidente que el electorado del PSOE o se ha quedado en casa o ha votado a IU o a UPyD. En el caso de este último partido, hay que reconocer que no lo tenían fácil. En primer lugar, los grandes medios de comunicación les ningunean constantemente y, en segundo, carecen de medios suficientes para hacer campañas con las que llegar hasta los últimos rincones. Lo cierto es que tanto la presencia de Izquierda Unida como la de UPyD acaba con ese bipartidismo imperfecto en que estábamos instalados. Otra noticia, esta inquietante, ha sido el resultado obtenido por Bildu.
 
    Están por ver las consecuencias de que Bildu esté en las instituciones, pero lo menos que se puede decir es que son inquietantes los resultados en el País Vasco. Por lo pronto habrá que ver qué efecto tiene en el pacto entre los socialistas vascos con los populares, porque la tentación del PSE puede ser la de entregarse de pies y manos al PNV, que dicho sea de paso ha obtenido unos resultados discretos. En el día después de las elecciones, el PP desborda alegría, con razón, y ve más cerca un futuro triunfo en las elecciones generales. Mariano Rajoy está consiguiendo lo que parecía imposible, y es que a pesar de sus pocas cualidades como líder, ha generado confianza en los electores obteniendo el mejor resultado en las urnas que nunca haya logrado el PP. Porque el triunfo del PP este 22 de mayo ha sido espectacular.
 
   A veces resistir es vencer y está claro que Rajoy, que ha resistido dos derrotas, ya está acariciando un triunfo que se le resistía. Por eso, hay unas cuantas preguntas por hacer: ¿qué piensa hacer el PSOE? ¿De verdad cree Zapatero que es suficiente decir que entienden y asumen la derrota? ¿Es que no se da cuenta de que el PSOE necesita una catarsis? ¿Tampoco se da cuenta que él y buena parte de quienes le han acompañado estos años son parte del problema? ¿Continuará gobernando como si no pasara nada? ¿Aguantará impertérrito hasta el próximo año al frente del Gobierno? El tsunami que ha arrasado al PSOE ha sido de tal magnitud que no sólo ha dejado malparado a Rodríguez Zapatero sino que este ha abrasado junto a él a toda una generación, la que le ha acompañado estos años. Por eso, son necesarias respuestas y decisiones y sobre todo una profunda autocrítica. Por lo pronto, el zapaterismo ha llegado a su fin y el PSOE necesita urgentemente un cambio de líder y de rumbo.