Zapatero se hace el muerto

04/04/2011 - 00:00 Antonio Pérez Henares

 
Llegados al lunes y tras despejarse la humareda lacrimógena y aclamatoria descubrimos que no se había ido en absoluto, que allí seguía y que allí seguirá un año entero. Zapatero no se ha ido de ningún sitio de donde los españoles no podemos echarle hasta 2012. En realidad, el verdadero anuncio es que no se va, que se amarra a Moncloa hasta que se cumpla el plazo en que pudiéramos votarle y botarle, que en esta ocasión v y b se complementan. Zapatero no se ha marchado de ningún lugar. Simplemente se escabulle, que es su vieja técnica de siempre. Se escabulle ahora de una derrota más que anunciada no compareciendo siquiera a la batalla. Pero eso es cosa del PSOE y sus interioridades. Para los ciudadanos nada ha cambiado. Sigue siendo el presidente y quien nos gobierna. Pero ahí está su último y definitivo truco. Hacer como que ya no lo es al proclamar que no lo seguirá siendo en 2012. ¿Pero es que tenía alguna posibilidad de lo contrario? Ninguna.
  Lo sabe él y lo sabe su partido. Vendernos ello como renuncia es tomarnos por estúpidos. ¡Que genio!. Renunciar a presentarse para ser lo que tiene más que claro, que no le íbamos a dejar seguir siendo no es ningún acto heroico, ni sacrificio, ni generosidad ni leches. Es salir corriendo de una derrota segura. Darse una puerta y a la fuga. Eso sí, agotando hasta el último día en que no le quede más remedio que marcharse. Pretendiendo encima que como ha dicho lo que ha dicho ya es como si no siguiera. Lo proclamo en Murcia: "Ahora el PP ya no podrá meterse conmigo y echarme las culpas?". Ni el PP ni los ciudadanos ni nadie. Ya es inmune. ¡Y un cuerno! ¿Cómo que no? ¿Acaso no sigue en el poder, acaso no sigue gobernando, acaso no sigue presidiendo, acaso no sigue perpetrando leyes? Lo que pretende Zapatero es un último y desesperado truco, que he visto poner en práctica en la Naturaleza a batracios, reptiles, ratones y zorros: hacerse en muerto. Cuando algunos de estos animales se encuentran en situación desesperada, sin salida posible, se inmovilizan como si ya fueran cadáveres, en un intento de evitar lo inevitable ante la cercanía del predador. Se quedan tiesos. "No me muerdas que ya no me muevo". A veces resulta. A veces perplejo el colmillo no se clava y la atención del ojo se relaja.
   Entonces el ratón y el zorro, aprovechando el descuido, se levantan como una exhalación y se ponen a salvo. Eso es exactamente lo que pretende hacernos creer Zapatero. Que ya no le mordamos porque ya está muerto, que ya no es responsable de nada, que ya ha pagado. Por los siete años que gobernó, que ya es pretensión, pero peor: ¡que tampoco es responsable del año que seguirá gobernando!. Por ejemplo, y sin ir más lejos, que él ya con el aumento del paro, otra tanda de 35.000 para seguir en la desbocada catástrofe, del mes de marzo (recuerdan que anunció en el Parlamento, y van por tres docenas las veces que lo hace, que este mes ya bajaría, ya estábamos otra vez recuperándonos) no tienen nada que ver. Ni él ni su Gobierno. Que están muertos nos dicen. Pero que ¡listos!, muerto nos siguen gobernando .