Zapatero y González "contra las insidias del PP"

26/11/2010 - 00:00 José Cavero

Como cabía suponer, el choque de Gobierno y oposición sobre la credibilidad de las cuentas españolas, y su eventual repercusión en la crisis de la deuda de la UE, llegó en la noche del jueves a los mítines electorales catalanes, los penúltimos de esta campaña. En particular, Rodríguez Zapatero arremetió con severidad contra las versiones que han venido proporcionando los "portavoces" del PP, Cospedal, Santamaría, González Pons y el propio Aznar, y de los que, en las últimas horas, parece haberse borrado Montoro. El PP quiere "hundir" y "minar" a España, dijeron con contundencia José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, que eran los "teloneros de lujo" de José Montilla, candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, en el Palau Sant Jordi de Barcelona, adonde llevaron los socialistas su polémica sobre las dudas que siembran los populares sobre la situación económica española. También extraía conclusiones el ministro Ramón Jáuregui: Hay que apresurar las reformas en curso, las haremos lo más rápidamente posible, venía a anunciar en la SER. A todos parecía haber incluido Almunia, al proclamar que "hay que lanzar el mensaje de que sabemos lo que tenemos que hacer y de que vamos a tener éxito". Lo había dicho el comisario europeo de la Competencia, después de que, la víspera, reprochara al PP haber puesto en duda la veracidad de las cuentas del Estado que expone el Gobierno, en plena vorágine de los mercados respecto a si tras Irlanda, la Unión Europea tendrá que rescatar también a España. El PP, sin embargo, por voz de Pons, prefería quedarse con otra parte de la misma intervención de Almunia en la que constata que "hay dudas" sobre "si España va a ser capaz de aplicar todos los compromisos establecidos". De ahí que toda esta controversia en defensa de la fortaleza de España, o contra esta presunta fortaleza, llegaba hasta la campaña catalana, con las intervenciones de Zapatero y de González en el mitin final de los socialistas catalanes en Barcelona, ante las 20.000 personas que acudieron a respaldar al candidato José Montilla. Dijo Zapatero: "Me preocupa que con el afán de crítica legítima en el Gobierno se pueda minar la confianza en todo lo que hemos sido capaces de hacer como país y demostrarlo a Europa y el mundo, después de haber luchado por defender la democracia. No se lo perdono". Y de manera parecida se expresaba González: "En el PP son tan irresponsables que no sólo no colaboran con el Gobierno, sino que ponen palos en las ruedas para hacer lo posible para que se hunda España. Les da igual que se hunda con tal de que se hunda Zapatero. Conozco la canción, estuve años escuchando el 'váyase, señor González". Por lo demás, y en el mismo acto, González criticó "los movimientos especulativos de algunos agentes financieros que hincharon el globo hasta que se reventó sobre la economía real" y pidió que la Unión Europea regule a las instituciones financieras para "acabar con la especulación". ¿Cómo hacerlo? "No prohibir, pero el que quiera especular, que pague y se acaba la broma". Zapatero y González también quisieron subrayar que frente a la crisis hay distintas maneras de afrontarlas y de salir de ellas. "Hemos rebajado el sueldo a los empleados públicos, los gobiernos de derechas los despiden. Ésa es la diferencia. La derecha multiplica por tres las tasas universitarias. Nosotros aumentamos las becas. Claro que es decisivo ir a votar", reclamó Zapatero. Este mitin venía a ser la "traca final" de la campaña del Partit dels Socialistes, fuerza política a la que las encuestas auguran el domingo una segura derrota frente a una amplia victoria de Convergencia i Unió y su candidato, Artur Mas. Sin embargo, los socialistas lograron en este mitin último un buen aspecto en las gradas del Palau Sant Jordi, pero lejos de otras celebraciones similares, como las de 2008. Entonces, con Carme Chacón como cabeza de lista por Barcelona en las elecciones generales, el recinto se quedó pequeño y 5.000 personas tuvieron que escuchar el mitin desde la calle. Ahora está por ver si Montilla y sus ayudas han logrado remontar las mermadas posibilidades que le otorgaban las últimas encuestas, y si la elección de Artur Mas "casi con mayoría absoluta" se produce como las mismas encuestas predijeron... Quedan ya pocas horas para comprobarlo.