Zapatero y Rajoy se verán con el Papa en Barcelona

30/10/2010 - 00:00 José Cavero

De la próxima visita del Papa a dos ciudades españolas, Barcelona y Santiago, se ha escrito profusamente. Parece que finalmente se llega a la conclusión de que no es un gasto desmesurado, sino una inversión productiva y rentable... También caben interpretaciones o visiones diferentes sobre los encuentros políticos que mantendrá el Pontífice. El diario La Vanguardia ha destacado este sábado que el presidente del Gobierno "no estará presente en la ceremonia de dedicación del templo de la Sagrada Familia, símbolo indiscutible del catolicismo, pero también de la cultura catalana -encarnada en el genio de Antoni Gaudí-, de la Barcelona cosmopolita, y de ese lábil intangible denominado marca España, que no pasa por su momento más feliz en la era de la globalización. La ceremonia estará al alcance de unos 150 millones de telespectadores de todo el mundo y las noticias con la Sagrada Familia al fondo darán la vuelta al planeta". Sin embargo, tras señalar que la ausencia del jefe del Ejecutivo puede leerse como un gesto de rigurosa laicidad, toda vez que José Luis Rodríguez Zapatero ha querido que ese sea uno de los sesgos de su mandato, aclara en otro momento esta misma crónica que el jefe del Gobierno sí mantendrá un encuentro con el Papa. El presidente despedirá al Papa el domingo por la tarde en el nuevo hangar del aeropuerto de El Prat, momento en el que está previsto un breve encuentro entre ambos, a petición de la Moncloa. E insiste el cronista en que Zapatero rehúye la ceremonia religiosa en la que el Vaticano ha querido dar especial realce a la identidad cultural catalana... Por cierto, que sostiene también esta crónica barcelonesa que estamos ante lo que llama "Paradojas de España", que explica seguidamente: En Madrid -en algunos medios de Madrid- comienza a ser perceptible la sorpresa y la irritación por el gesto de la Santa Sede en favor del catalán, idioma al que ha decidido otorgar una significada presencia en la liturgia de la Sagrada Familia... "La señal es inequívoca: el Papa iniciará la misa en catalán. El "tea party" madrileño está que trina y el antaño campeón de la España plural ha decidido ser El Ausente", dice el mencionado cronista, Enric Juliana, que señala que, en cambio, las instituciones del Estado sí estarán representadas en la Sagrada Família por los Reyes, el presidente del Congreso de los Diputados -que en los últimos días ha expresado al arzobispado de Barcelona su deseo de estar presente en la ceremonia-, el presidente de la Generalitat y el alcalde de la ciudad. Cuenta luego que un portavoz de la Moncloa confirmó que el jefe del Ejecutivo no tiene previsto acudir a las ceremonias religiosas que el papa Benedicto XVI oficiará los días 6 y 7 de noviembre en Santiago de Compostela y Barcelona, conforme a la agenda acordada en su día con la Santa Sede. Y recuerda que, en julio del 2006, el presidente del Gobierno tampoco estuvo presente en la misa oficiada por Benedicto XVI en Valencia, durante el primer viaje del actual Pontífice a España con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias. El secretario general del PSOE, sin embargo, sí vivió una misa del Papa de Roma. "Eran otros tiempos. El 4 de mayo del 2003, Rodríguez Zapatero, entonces jefe de la oposición, participó en la ceremonia de canonización de cinco santos españoles (uno de ellos, un presbítero asesinado durante la Guerra Civil), oficiada por Juan Pablo II en la plaza Colón de Madrid. En la primavera de aquel año, las protestas pacifistas bullían en las principales ciudades del mundo; en España, el no a la guerra, tenía en jaque al gobierno de José María Aznar, y la Santa Sede ya había hecho saber su firme oposición a la invasión de Iraq. Por segunda vez en trece años, Juan Pablo II había dicho no a la dinastía Bush. (En 1990, el Papa polaco se negó a apoyar la guerra del Golfo.) Karol Wojtyla quería evitar un choque frontal con el mundo islámico al modo de las antiguas cruzadas y a la vez proteger a las minorías cristianas de Oriente Medio. Y Zapatero estuvo en Colón". Ahora, esta vez, el Gobierno ha preferido estar en los aeropuertos. En Lavacolla (Santiago), Benedicto XVI será recibido por los Príncipes y por el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien llevará a cabo un cometido inicialmente asignado a la ex vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. Y los ministros gallegos del PSOE han mostrado interés por estar presentes en el recibimiento. José Blanco y Francisco Caamaño piensan acudir el sábado al aeródromo de Lavacolla. En Santiago, el Papa también tiene previsto recibir al líder de la oposición, Mariano Rajoy, en la sacristía de la catedral. O sea, que habrá Papa para todos cuantos lo deseen... . . ..