Zorita y el debate nuclear

15/12/2010 - 00:00 Redacción

A punto de cumplirse cuatro años del cierre de la central nuclear José Cabrera, el 11 de febrero, Enresa se hacía cargo provisionalmente de la instalación tras firmar con Gas Natural-Unión Fenosa la transferencia de titularidad por seis años.

Se iniciaba de este modo un proceso de desmantelamiento histórico, no realizado nunca antes en el país, de nivel 3, que supondría el desmontaje del reactor. Ayer, Alejandro Rodríguez, director de operaciones, y Manuel Rodríguez, director de desmantelamiento aseguraban que el proceso ha cumplido los objetivos marcados y que, desde entonces, se han generado y gestionado 2.842 toneladas de materiales, gracias al trabajo desempeñado por las 261 personas que trabajan diariamente en la instalación. En este proyecto se invertirán 135 millones de euros con el objetivo de que el terreno que ahora ocupa la instalación, en 2016 esté disponible para nuevos usos, es decir con un aspecto similar al que tenía en 1960 cuando se empezó a construir la planta. Hasta entonces se generarán 104.000 toneladas de residuos. Este proceso se dividirá en cinco etapas y tendrá su punto culminante, si se cumplen los plazos, en el inicio del desmontaje del reactor a partir del verano de 2011. Se procederá a segmentar los equipos y materiales, desmontarlos y unirlos en lotes para su posterior tratamiento, ya sea par reciclar, llevar al ATI, a un vertedero controlado o a El Cabril. Posteriormente, previa descontaminación, para lo que se someterá a rigurosos controles radiológicos, se llevará a cabo la demolición de los actuales edificios. La última fase y una de las más importantes será la restauración de los terrenos, que se prolongará durante 2014 y 2015. Para entonces, poco quedará de la que fue la central nuclear más antigua de España. Un recuerdo que, sin embargo, tiene visos de no olvidarse fácilmente ante el más que posible resurgir del debate sobre la conveniencia, o no, de desarrollar y apostar por la energía nuclear..