Agua, azucarillos y anestesia


El  alcalde, como buen discípulo de Page y Sánchez, pretende anestesiar a la oposición. Somos malísimos.

El pasado viernes 24 de abril, celebramos el segundo pleno “on line” desde nuestro confinamiento domiciliario con diversos puntos importantes para la ciudad como la liquidación del presupuesto de 2019 del Ayuntamiento y los Patronatos de Cultura y Deportes; por cierto, con unos datos realmente buenos: más de 10 millones de euros de remanente positivo de tesorería en el Ayuntamiento, más de un millón de euros del Patronato de Cultura y casi 400.000 en el de Deportes. Todo ello fruto de la gestión del anterior equipo de gobierno del Partido Popular, lo que ha dejado más que en evidencia las mentiras o los bulos que hasta ahora han estado difundiendo el nuevo alcalde, Alberto Rojo, y sus concejales. Diez meses de bulos. Tan ocupados y pendientes han estado de criticar al gobierno anterior, siempre con el retrovisor, que no han tenido tiempo de gestionar el día a día, ni tan siquiera de pagar puntualmente las facturas de los proveedores.

Conocedores de esta situación económica, inmersos en la peor crisis jamás conocida por nadie, desde el Grupo Popular hemos venido solicitando con carácter de urgencia medidas de protección a los funcionarios y trabajadores municipales que han estado en primera línea de trabajo. Medidas económicas a disposición de los autónomos, del pequeño comercio, de las pymes y de los trabajadores. En definitiva, medidas reales, no anuncios que tras el paso de los días no llegan a cumplirse.

Ante una situación excepcional como la que estamos viviendo, decidimos no presentar reclamación al presupuesto presentado por el gobierno del PSOE y Ciudadanos con el fin de facilitar la gestión municipal. Es mejor un presupuesto “manifiestamente mejorable” que no tener presupuesto. A cambio, el alcalde aprovecha cualquier oportunidad para calificarnos de  “irresponsables”.

Según el alcalde, como estamos en situación de emergencia y confinados, el principal grupo de la oposición debe pasar todo por alto. Además, según manifestó, “no es posible la planificación”. Se enfada porque ponemos en evidencia actuaciones que nos generan dudas y pedimos explicaciones, como es nuestra obligación; por ejemplo, la compra de mascarillas, a una misma empresa  -por cierto, de Puertollano, en Ciudad Real-. Nada en contra de nadie, no obstante, desconocemos si han sondeado a empresas de Guadalajara como nos hubiera gustado.

Y es que, el 31 de marzo se efectúa una compra de 50.000 mascarillas por procedimiento urgente, por un importe que supera los 130.000 euros, con un reparo suspensivo de legalidad por parte de la Intervención municipal. Hay que señalar que se pagó por adelantado la mitad del importe, habiendo destinado más de 32.000 euros a los portes.

21 días después se realiza un nuevo contrato a la misma empresa, esta vez por importe de más de 300.000 euros por la compra de 500.000 mascarillas, generando de nuevo otro pago de otros 32.000 euros en concepto de portes. Estoy segura que cualquiera se preguntaría, como se ha hecho desde el Grupo Popular, por qué no se ha realizado un único pedido y así se hubiera pagado un único porte. Y resulta que ¡los irresponsables somos nosotros!

El  alcalde, como buen discípulo de Page y Sánchez, pretende anestesiar a la oposición. Somos malísimos: Alberto Rojo necesita un “si bwana”. Ciudadanos se disolvió como un azucarillo en vaso de agua y están encantados de la vida. De los otros dos grupos de izquierda (Unidas Podemos y Aike) poco que decir, lógicamente cooperadores innecesarios del gobierno PSOE-Ciudadanos. Para completar el pleno municipal otros, mucho ruido y pocas nueces. La verdad es que con este panorama, no estoy dispuesta a callar.

Del Ayuntamiento, ante esta crisis del COVID-19 poco hemos visto, más allá de una discoteca en un vehículo recorriendo las calles. Han llegado tarde y mal a proporcionar equipos de protección al personal municipal que se encontraba en primera línea de trabajo como la Policía Local, bomberos, cementerio o los voluntarios de Protección Civil y, lo peor, sin test. Han tenido que exigir los sindicatos, por escrito, hace algunos días, que de forma inmediata se realicen los test a este personal.

Respecto a medidas sociales y económicas estamos ansiosos por conocer esos planes, tanto de inicio de la actividad municipal, como del plan de dinamización de la economía local. Espero que sea el Ayuntamiento y el gobierno el que lidere propuestas con presupuesto y que no esté mareando hasta el infinito en la recogida de propuestas a los comerciantes, a los autónomos y al resto de agentes económicos y sociales. El Ayuntamiento debe llevar la iniciativa y debe hacerse eco de las propuestas que desde el Grupo Municipal Popular se remitieron hace ya tiempo.

Pero como exigimos respuestas y hechos somos irresponsables. Nos prefieren anestesiados.

Esto no es “una guerra sin bombas” como le gusta decir al alcalde siguiendo fielmente el símil del presidente Sánchez. Es una pandemia, pésimamente gestionada que se ha cobrado miles de vidas y miles de familias destrozadas. No lo empeoren.

En la Grecia clásica, en tiempos de paz emergían las artes, la cultura y la democracia. Las guerras eran propicias para el surgimiento de las dictaduras, los ciudadanos más preocupados por derrotar al enemigo dejan de priorizar valores como la libertad y la democracia.