El señor de los Milagros

24/10/2021 - 11:49 José Serrano Belinchón

La comunidad peruana de Guadalajara, fiel a la llamada anual del fervor a su tierra, celebra cada año la festividad religiosa del Señor de los Milagros en la iglesia de San Juan de Ávila.

Por estas fechas la ciudad de Lima, y por extensión todos los peruanos repartidos por el ancho mundo, celebran su fiesta nacional del Señor de los Milagros –el Señor de Pachacamilla para los nativos-, todo un símbolo del fervor sudamericano centralizado, sobre todo en la capital del Perú y en el corazón de los peruanos que un día emigraron de su tierra, siendo nuestro país y nuestra ciudad en concreto, puntos de especial preferencia. La imagen en la que se concentra esta antigua devoción fue pintada por un esclavo angolano en el siglo XVI. La fiesta del Señor de los Milagros es la más importante que durante los últimos siglos celebra la Iglesia Católica en aquel país, con una procesión considerada probablemente como la mayor del mundo en asistentes. La imagen original del Cristo fue pintada en el año 1651 sobre un pared de adobe. Tiempo después se le añadió a la pintura original del “Cristo Moreno”, las imágenes de Dios Padre y de María Magdalena. Un terremoto que en 1655 estremeció a Lima, destruyendo templos, palacios y antiguos edificios de la ciudad, permitió que la pared de adobe en la que se encontraba la venerada imagen, quedase intacta.

A partir de aquellas fechas y con tal motivo, fueron incesantes las reuniones de gente ante la imagen mural, no todas de devotos precisamente, sino también de partidarios de derribar el muro. Autoridades civiles y religiosas se interesaron por buscar una solución al peligro que corría la imagen, incluso se propuso construir una ermita y trasladar a ella la parte de pared en la que se había pintado la imagen, asunto que no prospero, sino que consideraron como mejor solución confeccionar una copia al óleo, y que por primera vez saliese en andas por las calles de Pachacamilla. Muchos años después se produjo el terremoto más fuerte de la historia de la ciudad, sacaron la imagen del Señor de los Milagros en procesión y la tierra dejó de temblar. En consecuencia se construyó la iglesia de las Nazarenas, que es donde a la venerada imagen se le rinde culto.

La comunidad peruana de Guadalajara, fiel a la llamada anual del fervor a su tierra, celebra cada año la festividad religiosa del Señor de los Milagros en la iglesia de San Juan de Ávila, con procesión de la imagen motivo de la fiesta, algo que a cientos de peruanos les supone volar con el recuerdo a su tierra natal, desde esta ciudad castellana a miles de kilómetros, con todo un océano de parte a parte.