Empezamos bien el año con una nevada histórica y la vacuna contra el Covid


Ojalá que la nieve traiga bienes para todos en un año complicado porque el Covid-19 sigue haciendo estragos a la espera de que las vacunas corten su paso.

La gran nevada de los primeros días del año 2021, nevada de esas que hacen historia, ha venido como agua de mayo. Con razón la sabiduría del mundo rural de antaño acuñó el refrán: “año de nieves, año de bienes”. La nieve es agua pura y purificadora para el campo, las fuentes, los ríos y la naturaleza que está cada vez más contaminados. Ojalá que la nieve traiga bienes para todos en un año complicado, porque el Covid-19 sigue haciendo estragos a la espera de que las vacunas le corten definitivamente el paso por nuestras vidas.

El bellísimo espectáculo de los campos de lavanda cubiertos con mantas de nieve, que los privilegiados que viven en los pueblos de la Alcarria han disfrutado, en vivo y en directo, dio la vuelta al mundo a través de las redes sociales. Las grandes nevadas a pie de calle son cada vez más escasas y hay que remontarse muchos años atrás para encontrar una nevada como la que ha caído en este comienzo de año.

La gran nevada tendrá un efecto muy positivo no solo para el campo sino también para la salud pública, porque nos confinó en nuestras casas con el fin de frenar el avance de la pandemia tras las “alegrías” de la Navidad y Año Nuevo. El confinamiento, que nuestros gobernantes no se atrevieron a decretar porque no es políticamente correcto, lo hizo la nevada. Y nadie protestó por la obligada reclusión. ¿A quién vamos a culpar y pedir cuentas?

 Foto: Campos de lavanda en Brihuega. Foto: Juan Carlos Aparicio Viejo.

 

Es verdad que la nieve, con todos los bienes que trae, también acarrea una serie de problemas, incluso ha dejado algún muerto en el camino. Los inconvenientes están a la vista: incomunicación de los pequeños pueblos, de por sí ya bastante incomunicados, y cierre de vías de comunicación terrestres y aéreas entre grandes ciudades, pero disponiendo de vías de comunicación alternativas: WhastsApps, videoconferencias, radio, televisión, redes sociales…). La nevada ha paralizado a ciudades enteras, con Madrid a la cabeza. Una amiga me mandó un WhastApp del Paseo de las Cruces y de la Concordia cubiertos de nieve con la siguiente nota: “esto no es Helsinki, es Guadalajara”. 

Excepcionalmente, este año, la nieve bajó de las altas montañas hasta los pueblos y ciudades para que todos los niños y no tan niños pudieran practicar deportes de nieve en la puerta de casa: esquí amateur, construcción de muñecos efímeros, campeonatos de tiro de bolas, descenso con plásticos de uso casero por calles empinadas…

Hemos empezado bien el 2021, con dos importantes acontecimientos: llegada de las primeras vacunas contra el Covid-19 que nos ha levantado la moral y la esperanza de que acabe esta pesadilla, y la gran nevada que ha sido un baño de purificación de la naturaleza y ojalá que también de los espíritus.