La construcción del Gueto y Vallecas como ejemplo
Este abuso sobre la población está dentro del ADN de la llamada izquierda, sea del lugar del mundo que sea, y en España no podía ser menos.
Todos los sistemas totalitarios se han caracterizado por su abuso sobre la población, sobre todo la más indefensa, así Stalin tenía los Gulags, Hitler tenía los guetos para los judíos, Mao Tse Tung los laogai, o la segunda republica en España las checas. Todos los sistemas políticos nacional-socialistas-comunistas, han tenido sus lugares donde apartar a quién les estorbaba para sus planes de control absoluto, además de ser la escusa perfecta para sus atrocidades.
Este abuso sobre la población está dentro del ADN de la llamada izquierda, sea del lugar del mundo que sea, y en España no podía ser menos, lo escuchamos a diario en sus discursos, pero no podía esperar su puesta en práctica de la manera que lo han hecho en Vallecas.
Vallecas fue el barrio de ampliación de Madrid después de la guerra civil, donde se asentaba la gente que quería prosperar y no tenía posibilidad en sus pueblos, gente trabajadora y honrada que solo quería que sus hijos tuvieran mejor futuro que ellos y así Vallecas fue creciendo, y haciendo a Madrid más grande. Gente honrada y trabajadora, pero con una economía muy limitada, que en los años de la heroína sufrió más que nadie en sus carnes el efecto devastador del terrible “caballo”, pero gente que poco a poco fue consolidando su barrio y que se sentía orgullosa de su “Valle del kas”, de su “rayito vallecano” de su “avenida de la Albufera”, de su “alto del arenal” o su “pueblo de Vallecas”. Gente en fin que luchó y trabajó para mejorar su barrio, tener todos los servicios en él y hoy pueden estar orgullosos de haberlo conseguido y de ser el barrio más grande de Madrid.
Pero el comunismo que gobierna en España no ha podido reprimir de nuevo el abusar de la gente tan maravillosa que vive en este barrio y lo quiere convertir en otro gueto político, un gueto cerrado donde la gente dejen de ser personas libres para trabajar, libres para vivir, y libres para decidir, y se conviertan en seres sin rostro, zombis vivientes que viven de la limosna del poder, que les encierra entre sus calles sin dejarles que acudan a otro lugar en el que puedan aprender algo más, anulándoles la voluntad y el orgullo de su lucha y su trabajo, que se usan y se tiran, y que solo se utilizan para exigirles el voto rojo un mes antes de las elecciones, pero que no se les permite salir de allí para que siga siendo el voto rojo…
Poco a poco, la gente mira por la ventana y ve que solo su esfuerzo hace mejor su casa y su barrio, y que los que solo saben imponer sus ideas con adoquines y agresiones, nunca convenciendo, a la menor oportunidad, los talentos que les da el pueblo con sus votos, los emplean únicamente para el enriquecimiento personal de cada uno de ellos, y a la menor oportunidad se escapan a otra playa, no sin antes exigir que la voluntad de las personas que allí viven les pertenece, porque para ellos no son personas, son votos andantes y rostros a quién reventar con un ladrillo si pretenden ser un poco más libres.