Peso y miel

15/01/2017 - 14:33 Luis Monje Ciruelo

Hemos planteado si la sabiduría tiene peso a raiz de la petición de Pío Ranera de que sea premiado con este galardón Ciriaco Morón.

Los que no somos sabios, nos metemos a veces en arduos temas que luego no sabemos desarrollar ni resolver. Dos ejemplos; hemos planteado si la sabiduría tiene peso  con motivo de la propuesta de Pío Ranera desde Pastrana, de que el próximo premio Su peso en miel, sea para el también pastranero de nacimiento y corazón, Ciriaco Morón Arroyo, quien se ha apresurado a explicar que hay otros muchos saberes que él no tiene. ¡Hombre! Es que si  fuera también un sabio en ellos sería un sabio total, lo que todavía no ha ocurrido en la historia de la cultura, y por eso  cuando nos preguntan algo que no sabemos nos disculpamos diciendo “es que yo soy de Letras”, “o de Ciencias”, según proceda. Nadie se atrevería  a recopilar en unas nuevas “Etimologías” como San Isidoro de Sevilla en el sigloVI, toda la ciencia conocida hoy, aunque rebasase los veinte tomos que él llenó Por eso es más difícil ser sabio ahora con tantas y  profundas especialidades. Pero volviendo a Ciriaco Morón, al que se le admira más cuanto mejor se le conoce, me gusta que se sepa que, como hijo de un pastor de ovejas, gracias a la Iglesia, a su talento y voluntad de trabajo se licenció en Filosofía brillantemente, y sin apenas saber alemán hizo el doctorado en Munich, escribió la tesis doctoral en alemán y enseñó filosofía alemana durante muchos años en la Universidad norteamericana de Cornell (Itaca) que, en su política de atraer  talentos, le contrató como profesor adjunto, llegando a la categoría de catedrático distinguido que solo poseen cuatro o cinco americanos. En una entrevista en 1985 se definió, como un hombre en el que destaca su deseo de aprender y en 2010, ya jubilado, y padre de siete hijos, me decía que seguía estudiando cada día como si se fuera a examinar cada tarde. Yo destacaría de Ciriaco Morón su sencillez y humildad, como si fuera disculpándose de sus triunfos. Como Sócrates (¡perdón, Ciriaco!), él tampoco sabía que es sabio hasta que los demás se lo hemos dicho. Luego es sabio. ¡Ah, se me olvidaba que habla 8 idiomas, además del español, incluidas  tres lenguas muertas: latín, griego y hebreo. Hay que descubrirse ante la personalidad humana y científica del profesor Morón, menos conocido en su tierra de lo que merece, aunque disfruta de un gran prestigio internacional.