Transparencias

09/07/2016 - 18:18 Antonio Yagüe

Rajoy ha terminado llevando razón con su mantra en debates y plasmas de que "algo habremos hecho bien".

Rajoy ha terminado llevando razón con su mantra en debates y plasmas de que “algo habremos hecho bien”. Sin entrar en el reciente zarpazo electoral o presuntas corruptelas tipo Bárcenas, hay que aplaudirle la puesta en marcha a mitad de legislatura de la ley de transparencia. Un instrumento consustancial con la esencia de  la democracia en todo mundo. Al  César lo que es del César.
    Tanto es así, que hasta la Conferencia Episcopal Española, receptora de los nuevos vientos que vienen de Roma, ha acordado  dotarse de una oficina de transparencia que deje nítidas las cuentas de la Iglesia. Incluidos los cepillos y colectas dominicales, sospechosos para Montoro de  economía sumergida. A los ayuntamientos del Señorío les cuesta ir poniéndose al día con la norma. Parece que están en ello, pero es complejo y los secretarios y los plenos andan desbordados.
    No ocurre lo mismo con la Diputación, que ha pasado de ocupar en 2013 el último puesto de España en transparencia, el 43,  al noveno en 2015. Un padre, en este caso el contribuyente, no cabría en sí de gozo al comprobar que las calificaciones de su hijo han progresado tan adecuadamente, desde un vergonzante 1,9 a un sobresaliente de 9,4 rozando la matrícula de honor.
    En http://transparencia.dguadalajara.es/documents/932517 podemos ver los sueldos, dietas, otras ganancias, rentas  y  patrimonio de todos, incluidos los cuatro representantes del Señorío. Por ejemplo, los alcaldes de Molina y Mazarete, Jesús Herranz y Lucía Enjuto, perciben un salario limpio por una dedicación plena  de 48.729,10 €. Los otros dos diputados, primeros ediles de Corduente y de Checa, Ana Isabel Fernández y Jesús Alba, solo cobran dietas y gastos por kilometraje.
    El presidente y alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, es el que más cobra: 59.601,50€. Normal. Lo chocante es que los diputados de Ahora Guadalajara (Podemos), Francisco Riaño, y de Ciudadanos, Yolanda Ramírez, cobren lo mismo que los primeros, pero solo con “dedicación parcial”. Y eso que la edil de El Casar, como su gran jefe Rivera, son partidarios de suprimir la institución por duplicidad con la administración autonómica.
    Los mal pensados creen que la casta de la plaza Moreno ha comprado su voluntad. Lo malo de las  transparencias es que a veces dejan las vergüenzas al aire. O no, que diría Rajoy.