Una Constitución necesaria

08/12/2018 - 12:37 Pedro Villaverde Martínez

El día que se aprobó la Constitución fue para nuestra generación y para posteriores un día grande.

Nos encontramos una vez más en el mes que cierra el año. No podríamos, ni sabríamos recopilar todo un año en esta columna que habitualmente escribimos. Tampoco nos atrevemos a destacar ningún hecho sobre los demás, pues de todo ha habido y seguro seguirá habiendo. Más bien intentaremos echando la vista atrás recordar o invitar a que cada cual lo haga, pues seguro que lo harán...
Nosotros, en pleno puente festivo, casi cumpliendo con la obligación de recordar fechas que por su importancia lo merecen, nos parece oportuno recordar que la Constitución no sólo es importante sino necesaria. Es pues un día que por mucho que se repitan palabras de elogio hacia esta Constitución que tenemos, nunca serán demasiadas. Ayer tuvimos la oportunidad de asistir a un homenaje a la misma en la Subdelegación. Nosotros queremos ser sobrios aunque algunos puedan tacharnos de repetitivos. El día en que se aprobó la Constitución fue para nuestra generación y para posteriores un día grande. Vivimos o mejor convivimos con ella y esperemos que sus frutos sean los que seguramente estaban en el deseo de quienes en aquel momento fuimos más o menos protagonistas con nuestra participación. Tampoco queremos vanagloriarnos de nada sino recordar que fue un gran éxito para la democracia que tenemos y que todos deseamos dure por mucho tiempo. Cada uno pensará y se expresará como quiera y esa es una de las grandes virtudes que cualquier Constitución debe tener. Ahora nuestro país anda en una política bastante frenética y muy compleja...y hasta difícil de comprender del todo. Por eso al recordar efemérides como esta no podemos por menos que dedicarle un recuerdo en nuestra habitual columna. Ahora deseamos  que nuestra gobernabilidad sea la mejor en todas las partes de nuestra querida nación... Ciertamente que gobernar es difícil y bien casi imposible, pero totalmente necesario para la convivencia. Y no debemos estar muy mal cuando somos muy muchos los que podemos si lo deseamos, salir unos días para distraernos de los malos avatares que la vida conlleva. De todas las formas no viene mal, pues a nadie le amarga un dulce, que sean muy visitados también esos lugares.