Abánades, recuerdos en blanco y negro

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

La exposición ha sido visitada durante el mes de agosto por cientos de vecinos.
Abánades acaba de clausurar la que ha sido su primera exposición fotográfica, una muestra que durante todo el mes de agosto ha pemanecido en el Museo Etnográfico del municipio. Dado su gran éxito de participación, con cientos de personas desplazas de los pueblos contiguos, la exposición se ha matenido abierta durante una semana más para deleite de todos sus vecinos. Abánades en blanco y negro, que es como se bautizó a la exposición, abarca desde los años 1933 y 1970.
En ella tiene cabida toda la evolución del pueblo, ya que consta de una de las más grandes exposiciones de Guadalajara, con más de 300 fotografías, algunas cedidas por particulares, otras por ilustres fotógrafos como Layna Serrano o por personalidades Antonio Herrera Casado.
Ceferino Zúñiga, César Valero o Javier López son algunos que han prestado su prisma fotografiando el cuerpo y alma de Abánades.
En Abánades blanco y negro se refleja la dureza del paso de la vida, sobre todo aquella de la posguerra, en la que el pueblo fue derruido por las heridas de las balas incrustadas en sus piedras. Pero sobre todo lo pasado, lo que se ha pretendido hacer con esta exposición es una labor de acercamiento de la juventud a su pueblo, el aprendizaje de lo que fue, lo que es y lo que en un futuro será.
De las 300 fotografías que se catalogan por temas, hay una primera parte dedicada a los trabajos del campo, la labranza, la siega, la trilla y todos aquellos duros trabajos que los antepasados hicieron de sol a sol. Otra se dedica a la distinta evolución de los paisajes pictóricos de Abánades:amaneceres, atardeceres y toda la clarividencia de ver pasar lo viejo hacia lo nuevo. También están presentes las juergas, fiestas y diversiones varias que se mantuvieron en el pueblo como tradiciones siempre dispuestas a volver a vivirlas: la matanza y sus suculentos manjares o aquellos trabajos de mujeres lavando ropas en el río o tiñendo de negro sus ropas de colores. Personajes que en nuestra memoria existieron y ahora hace falta tirar de ella para averiguarlos en fotos sublimes que el tiempo y su leyenda no derrocan.
Si la vida es un viaje experimental que nos conduce a algo, o bien en la materia, o quizás en nuestro espíritu, quien viaja en él, el resultado es el todo, porque es en él en el que se vive... Quizás nosotros hemos vuelto a vivir un poco en las fotos del pasado, ver caras recuperando su alegría y recordando el tiempo; es una delicia contemplar cómo se embellece todo en la memoria de quienes hicieron nuestra historia, nuestro legado.
Recuperar esto es un trabajo que agradecer primero al Ayuntamiento de Abánades, siempre dispuesto a la recuperación de nuestra historia, y segundo a la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, a través de la Delegación de Cultura, que gracias a su subvención ha hecho posible un acercamiento más humano a lo que fuimos, somos y seremos en esta humilde provincia de Guadalajara.
Gracias a ambos, se intenta que estos pequeños éxitos sean mucho mayores en el futuro por el bien de la cultura, por el nuestro en particular y sobre todo por exportar nuestras vivencias más allá de estos bellos horizontes.
Abánades en blanco y negro es jugar en el futuro con todos los colores de la vida.