Abánades vibró con la recreación de su batalla ya no tan olvidada
La localidad vivió un intenso fin de semana de actividades organizadas en torno a su Batalla Olvidada, una cita que tiene su punto culminante en la recreación del enfrentamiento. NOTICIA, VÍDEO Y GALERÍA FOTOGRÁFICA
“Viva Abánades. Viva la paz”. Dos vivas que definen el espíritu con el que cada año, y ya van siete, se recrea la conocida como Batalla Olvidada de Abánades, un enfrentamiento ocurrido en la primavera de 1938 y del que, hasta hace poco, nada se sabía. Ismael Gallego, presidente del Museo Histórico de la localidad, recuerda que antes de la contienda aquel era un frente estable. “Se vivía una situación tipo La Vaquilla. Se intercambiaba tabaco, correspondencia e incluso, cuando había actuación musical en uno de los bandos, el otro lo respetaba y hasta aplaudía al terminar”.
Los disparos volvieron a sonar, sin embargo, en aquellos días del 38. Agobiados por la presión que los sublevados ejercían en el Levante, el ejército republicano encargó una ofensiva a Cipriano Mera para intentar llegar hasta Alcolea y Molina, obligando así al enemigo a repartir fuerzas. El éxito no fue rotundo, pero sí logró un avance importante que durante años quedó olvidado.
Ahora, los trabajos arqueológicos han permitido encontrar trincheras y objetos de uno y otro bando. “Nos está sirviendo para revitalizar la zona, porque cada vez viene más gente, incluso extranjeros, a ver el museo y las trincheras”. El éxito es tal que el fin de semana de la recreación, en el que también hay conferencias y verbenas de la época, “el ambiente del pueblo es equiparable al de unas fiestas patronales”. La guinda del pastel es la recreación de un pasaje de la batalla, que se lleva a cabo con la ayuda del Frente de Madrid, un ejemplo de mimo y atención al detalle. Además, todo se realiza sin rencores y sin bandos, con un abrazo final entre los participantes. “Recordamos lo que nunca más tiene que ocurrir y para que no se tergiverse. Nosotros siempre decimos ‘esto pasó aquí, por falta de diálogo, y no tiene que volver a pasar’”. Aunque este año las altas temperaturas y el peligro de incendio no permitieron que se realizara el habitual y sorprendente despliegue de perotecnia, los visitantes pudieron vivir un enfrentamiento repleto de emoción en el que no faltaron disparos ni explosiones. "Ésta es cada vez una batalla menos olvidada", señala Gallego.