Abiertas las alegaciones para la declaración de BIC de la calle Mayor

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
La Junta de Comunidades ha abierto el periodo de alegaciones en el proceso que ha abierto para declarar Bien de Interes Cultural (BIC), con categoría de Conjunto Histórico, la calle Mayor de Tendilla. A partir de ahora, los afectados por esta declaración tendrán la posibilidad de participar de forma activa en el proceso.

La calle Mayor de Tendilla tiene una extensión de dos kilómetros, siendo el objeto de la declaración la parte asoportalada, de unos 300 metros de longitud. Además, se encuentra dividida hacia la mitad de su recorrido por la plaza Mayor, donde hay un espacio ajardinado que sirve de entrada a la fachada norte de la iglesia de la Asunción, construida entre los siglos XVI y XVII.

Los inmuebles que serán catalogados como Bien de Interés Cultura están dividido en dos manzanas, dos en la cara sur y el resto en la norte. Mayoritariamente tienen tres alturas y algunos de ellos cuentan con desván.

Según se indica desde la Dirección General de Patrimonio Cultural, “este conjunto constituye uno de los más bellos ejemplos de arquitectura tradicional y de calle soportalada existente en Castilla-La Mancha”. Además, se destaca que, pese a la evolución urbanística del edificio, éste ha sabido mantener su estructura general.

Además de las fachadas soportaladas, la calle tiene hasta cuatro edificios singulares. El primer de ellos es la propia Casa Consistorial, de reciente construcción, y el segundo la ya citada iglesia de la Asunción. También, están el palacio de los López de Cogolludo, del siglo XVIII, y de la ermita de la Soledad.

La historia de la calle nace a finales del siglo XV, cuando comenzaron a construirse en Tendilla las casas soportaladas. Las primeras noticias sobre ellas son del siglo XVI, en las que incluso se llega a hablar de la existencia de un río en la calle Mayor. Muy pocas son las casas de aquella época que todavía están en pie, ya que la mayoría pertenecen al siglo XIX. La historia de estos soportales va unida a la Feria de San Matías, cita en la que los puestos buscaban su refugio. Las fachadas soportaladas están sustentadas con pies derechos sobre distintos tipos de columnas realizadas en piedra, madera o conjugando ambos materiales. Algunas de las columnas son de una sola pieza cincelada, sin basamento ni capitel.