Abril electoral

11/04/2021 - 11:28 Pedro Villaverde Martínez

Abril nos trae, además, una campaña electoral intensa, polarizada, de fuertes enfrentamientos para decidir quién gobernará la comunidad autónoma más significativa- no decimos importante- del país.

Dejamos atrás ya a ese marzo ventoso que el refranero termina con abril lluvioso sacan a mayo florido y hermoso.  Lo cierto es que con ese estar pendiente de contagios y vacunas nos hemos metido en este mes que lleva el apellido de lluvioso casi sin darnos cuenta. Algunos dicen que “en abril aguas mil, pero todas caben en un barril” y el refranero, con el que no vamos a continuar, recoge la sabiduría popular fruto de la experiencia de la vida misma.

  Los problemas parece que quieren acompañarnos no sabemos cuánto aunque bueno será recordar aquello de no hay mal que cien años dure y la llegada de más vacunas en número y hasta en variantes, anima a pensar que en el plazo de pocos meses todo podría estar algo mejor, aunque ahora nos hablan ya de una cuarta ola. 

Abril nos trae, además, una campaña electoral intensa, polarizada, de fuertes enfrentamientos para decidir quién gobernará la comunidad autónoma más significativa- no decimos importante- del país. Sabemos que gobernar es complicado y hacerlo bien casi imposible, pero habrá que poner el máximo empeño. Si miramos o lo intentamos al menos a los muchos problemas que la convivencia conlleva, nos daremos cuenta de que entre ellos está la ambición por el poder. Tal vez por eso el gran interés de cuantos a la política se dedican. Los políticos son necesarios, pero también todos los ciudadanos que componemos esta sociedad.  Sin política no nos entenderíamos, pero cuando se mete por medio la avaricia, el resultado puede ser tan dañino que no podamos llegar al entendimiento. De esto hemos hablado en más ocasiones y son muchos los que saben más, pero la ambición, en algunas ocasiones buena, en otras  puede dar al traste con todo. Y como a buen entendedor, pocas palabras bastan, concluimos este comentario con el deseo de que esta campaña no divida, no enfrente a los ciudadanos y sirva para confrontar programas, opiniones y proyectos de lo que debe ser una comunidad que por vecina y por ser el centro político nos interesa de forma particular. Nuestra educación, sanidad, el trabajo de muchos guadalajareños, hasta el ocio de tantos, está ligado a Madrid, del que incluso se llegó a decir que éramos un barrio más y al que muchos han entendido deberíamos pertenecer como autonomía.