Agricultura y La Caixa restauran el patrimonio etnográfico del Parque Natural del Barranco del Río Dulce
02/02/2013 - 16:04
Este proyecto, que ha sido definido desde la Consejería de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y respaldado por la Obra Social de La Caixa, ha tenido desde sus inicios como objetivo principal aunar la restauración de fuentes y abrevaderos tradicionales con la conservación de los anfibios que tienen en estos lugares su hábitat de reproducción. Savia Nueva está calificada como empresa de inserción por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y es el primer proyecto de estas características que se crea en la provincia de Guadalajara, contando en la actualidad con siete empleados en plantilla, de los que cuatro son trabajadores en proceso de inserción cuya actividad principal se basan en proyectos de economía verde.
Trabajos realizados Los trabajos realizados en el Parque Natural del Barranco del río Dulce han consistido en la restauración de diversos elementos del patrimonio etnográfico, principalmente de los sectores agrícola y ganadero, como albercas de riego, fuentes tradicionales, antiguos lavaderos y navajos (charcas), que además constituyen hábitats singulares ligados a los ancestrales aprovechamientos de los recursos hídricos por parte del hombre.
Actualmente, los citados aprovechamientos se encuentran en peligro de desaparición por la pérdida de los usos tradicionales, el aumento de la sequía, el cambio climático y la desaparición de la ganadería extensiva, algo que no sólo está ocurriendo en esta comarca, si no en diferentes zonas de la provincia de Guadalajara. Con estos trabajos se ha conseguido recuperar un importante patrimonio etnológico ligado a los usos tradicionales del agua, es decir, lugares usados antiguamente por ganaderos y agricultores como son navajos, abrevaderos, fuentes, pilones, albercas etc.
Tal es el caso de la fuente Mañas en Pelegrina o del lavadero de esta misma localidad, que figura ya en documentos de 1896. Otra de las actuaciones ha consistido en la eliminación de escombros y diferentes residuos en el entorno de las charcas de Pelegrina y Torremocha del Campo, así como reforestaciones con especies autóctonas en antiguas graveras de Barbatona, y sobre todo la eliminación de especies piscícolas invasoras, como carpas y black-bass, que suponen actualmente uno de los mayores problemas de conservación para la fauna autóctona de estos pequeños humedales.
Para la difusión de este proyecto se han llevado a cabo diversas labores de información y educación ambiental a través de charlas destinadas a los Agentes Medioambientales y talleres prácticos con los alumnos del Colegio Público de la localidad de Mandayona, donde se ha incidido entre los participantes en la importancia de no introducir especies exóticas de peces, anfibios y reptiles en el medio natural que suponen un peligro para el equilibrio biológico de las especies de la zona.