Alcohólicos Anónimos se abre a la sociedad en una reunión pública en la que se escucharon testimonios de compañeros enfermos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Coincidiendo con el 30º aniversario de su creación, el Grupo Alcarria de Alcohólicos Anónimos de Guadalajara celebró en la tarde del sábado una reunión pública informativa con el fin de ayudar a personas que tengan problemas con el alcohol. Para ello, en torno a una treintena de personas se dieron cita en su sede, sita en la calle Poeta Ramón de Garicasol, 15 de la capital, para escuchar los testimonios de compañeros alcohólicos en proceso de rehabilitación y familiares de alcohólicos que quisieron aportar su granito de arena a una sesión de terapia que ha conseguido consolidarse como la más efectiva para combatir esta enfermedad en auge.
El Grupo Alcarria de Alcohólicos Anónimos abrió las puertas de su sede para celebrar en la tarde de ayer una de sus dos reuniones anuales públicas informativas, que coincidió además con el 30º aniversario de su creación. Cerca de una treintena de personas, entre alcohólicos en proceso de rehabilitación y familiares, muchos de éstos últimos pertenecientes a Alanón, la Asociación de Familiares de Alcohólicos, participaron tanto de forma pasiva como activa en los sobrecogedores testimonios y experiencias narradas por sus valientes oradores, que quisieron ante el público presente compartir su fortaleza, experiencias y esperanzas para alcanzar la sobriedad. Una jornada que serviría además para abrir sus puertas a aquellos otros que sufren esta enfermedad pero que aún no han entrado a formar parte de este grupo que supondrá una gran ayuda para una enfermedad en auge, principalmente entre los más jóvenes por la proliferación de los botellones
Acompañándoles, como siempre, pegados en las paredes, decenas de mensajes con base literaria que nunca deben de olvidar: Practicar la honestidad es difícil, pero ofrece grandes recompensas; Si no asistes al grupo, no preguntes por qué recaes; Es dentro de ti y no fuera donde hace buen o mal tiempo; Si aprendes a aceptar en lugar de esperar tendrás menos decepciones; o Confesionario, lo que aquí se dice, aquí se queda, refiriéndose al carácter anónimo de los testimonios de sus miembros.
Junto a ellos, y presidiendo una de las paredes de la sala, dos fotografías enmarcadas de sus dos fundadores, Bob y Bill, americanos, uno médico y otro corredor de bolsa que descubrieron en 1935 que mediante la conversación deshacían sus ganas de beber. Una práctica que hicieron cada vez más frecuente y que fueron ampliando a otras personas. Nacía así en Akron, Ohio, Alcohólicos Anónimos, una comunidad extendida en la actualidad a 140 países de todo el mundo con entre dos y tres millones de miembros –no hay censos a este respecto– que se recuperan del alcoholismo. A España Alcohólicos Anónimos llegaría en 1959, donde en la actualidad existen 500 grupos.

Grupo Alcarria
Alcohólicos Anónimos de Guadalajara nacía el 7 de noviembre de 1978 por mediación de una persona con problemas con el alcohol. Consciente de su enfermedad, recorría los 25 kilómetros que separaban su pueblo de la capital arriacense en coche para posteriormente dirigirse a Madrid en transporte público, donde asistía tres veces por semana a un grupo de alcohólicos. Así estaría durante cerca de dos años hasta que, el ritmo de vida le llevó a pensar en crear un grupo en Guadalajara. Para ello se sirvió de la ayuda de otro amigo, alcohólico también, quienes juntos pusieron un anuncio en el único periódico existente en la provincia en aquel tiempo, Nueva Alcarria, en el que se anunciaba la convocatoria de la primera reunión pública informativa y con ella el nacimiento del grupo de Alcohólicos Anónimos de Guadalajara, uno de los dos que existen en la provincia actualmente junto con el de El Casar.
El grupo de Alcohólicos Anónimos en Guadalajara cuenta actualmente con una cincuentena de miembros. En sus reuniones, celebradas tres veces en semana –los martes y los jueves de 20.00 a 22.00 horas y los sábados de 18.30 a 20.30 horas– suelen acudir alrededor de una veintena de miembros. Su asistencia a las reuniones dependerá de su estado de ánimo o necesidades, un tiempo de terapia que les hará recordar que son alcohólicos, una enfermedad que tienen que tratar mediante la escucha activa de las experiencias de otros, como la narración de las propias. Una decisión que deberán de tomar por ellos mismos, puesto que entre la política de Alcohólicos Anónimos está la de no obligar a nadie a hacer algo que no quieran hacer.
La asistencia a los grupos de Alcohólicos Anónimos suele ser continua en el tiempo, tanto, que muchos llevan acudiendo al centro más de 30 años. Es su terapia, la única manera de no recaer en una enfermedad que sigue latente. Sin embargo, el proceso hasta llegar a Alcohólicos Anónimos suele ser largo y lleno de trabas. La primera es la que pone la propia persona enferma, que debe de reconocer su enfermedad. Seguidamente, y por norma general, el alcohólico acude a médicos, psicólogos e incluso psiquiatras, ayudas que no serán suficientes para atajar esta enfermedad “progresiva tanto espiritual y emocional como física”. Es entonces cuando acuden a Alcohólicos Anónimos, donde a través de terapias de grupos en la que se habla de su propia enfermedad, consiguen el apoyo que necesitan para superarla. Sólo en Guadalajara hay cientos de personas que se han recuperado gracias a su ayuda. Es la filosofía de una agrupación que se interesa exclusivamente en la recuperación y la sobriedad continua de los alcohólicos que recurren a la comunidad para obtener ayuda. En ninguno de los casos el movimiento participa en la investigación del alcoholismo ni en el tratamiento médico o psiquiátrico. Asimismo, su política de cooperación pero no de afiliación le impide recibir ningún tipo de subvenciones por parte de entidades públicas, privadas o particulares. Es la única manera, dicen, de no viciar un sistema que funciona bien con los propios miembros. En este sentido, son las aportaciones de cada uno de ellos las que ayudan a sufragar el gasto de alquiler de los locales, además de las “botellas de agua y caramelos utilizados en las terapias”.

El perfil de los miembros
Los miembros de Alcohólicos Anónimos son aquellos que creen tener un problema con el alcohol, tanto hombres como mujeres, de todo tipo y condición, desde adolescentes hasta nonagenarios, de todas las razas, de todas las religiones o sin ninguna afiliación religiosa. Todos ellos buscan el método que les ayude a acabar con el alcoholismo, aunque para ello será imprescindible estar concienciados de su enfermedad. Superado este paso, habrá que añadir otros nueve más, los conocidos como Los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos, aquellos necesarios para que la recuperación del alcohólico sea completa. Estrechamente vinculados a ellos, Las Doce Tradiciones de Alcohólicos Anónimos, aquellas que indican lo que deben de hacer sus miembros para el buen funcionamiento del grupo. Pautas, todas ellas, que han conseguido del Grupo Alcarria y de otros tantos de Alcohólicos Anónimos una gran familia en la que todos pueden contar con todos, aunque sea fuera de las reuniones. Su único objetivo, es recuperar todo lo que destruyeron a su alrededor –familia, amigos y trabajo– en el momento que comenzaron a ser alcohólicos.