Alemania rechaza financiar el Plan de reestructuración de Opel
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El ministro alemán de Economía, Rainer Bruederle, anunció ayer que el Gobierno alemán no respaldará financieramente el plan de reestructuración de Opel, después de que concluyera sin una postura unánime la reunión del comité especial que analizaba la cuestión. Bruederle aseguró que General Motors, la matriz de Opel, dispone de recursos suficientes para sufragar el coste del plan de reestructuración de su filial europea, que asciende a más de 3.700 millones de euros.
General Motors se había comprometido a aportar 1.900 millones de euros para la reestructuración, y esperaba obtener avales de los Gobiernos de países europeos en los que Opel tiene presencia.
En este sentido, a Alemania le correspondería contribuir con un sostén financiero de entre 1.100 y 1.200 millones, mientras que Reino Unido mostró su disposición a aportar avales por importe de 270 millones de libras (unos 320 millones de euros al cambio actual).
En España, el consejero de Economía del Gobierno de Aragón, Alberto Larraz, ha cifrado en 300 millones de euros el importe del aval conjunto que el Ejecutivo aragonés y el central otorgarán a Opel para su plan de reestructuración.
El plan de reestructuración de Opel contempla la supresión de más de 8.300 empleos --900 de ellos en la planta aragonesa de Figueruelas--, el cierre de la planta belga de Amberes y un compromiso inversor de 11.000 millones de euros en nuevos productos.
En este sentido, a Alemania le correspondería contribuir con un sostén financiero de entre 1.100 y 1.200 millones, mientras que Reino Unido mostró su disposición a aportar avales por importe de 270 millones de libras (unos 320 millones de euros al cambio actual).
En España, el consejero de Economía del Gobierno de Aragón, Alberto Larraz, ha cifrado en 300 millones de euros el importe del aval conjunto que el Ejecutivo aragonés y el central otorgarán a Opel para su plan de reestructuración.
El plan de reestructuración de Opel contempla la supresión de más de 8.300 empleos --900 de ellos en la planta aragonesa de Figueruelas--, el cierre de la planta belga de Amberes y un compromiso inversor de 11.000 millones de euros en nuevos productos.