Alemania rinde homenaje a las victimas homosexuales de los nazis
01/10/2010 - 09:45
El nuevo monumento que fue inaugurado ayer en Berlín mide 4,70 metros de largo y 3,65 metros del alto y está ubicado bajo los frondosos árboles del parque Tiergarten casi al frente del monumento dedicado a recordar a las víctimas del Holocausto.
El cubo de hormigón de color gris solo tiene una pequeña ventanilla que permite a los visitantes ver a dos hombres besándose. El monumento, diseñado por los artistas escandinavos Michael Elmgreen e Ingar Dragset, costó 600.000 euros, fue financiado por el gobierno alemán y está dedicado a rendir un tardío homenaje a una categoría de víctimas de los nazis largamente olvidada por los políticos y la opinión pública después del fin de la guerra: los homosexuales.
Durante la época nazi más de 50.000 homosexuales fueron perseguidos y enviados a los campos de concentración únicamente a causa de su orientación sexual gracias a un artículo del código penal dictado en 1935. El artículo fue abolido recién en 1969. Según algunas estimaciones no oficiales, unos 10.000 homosexuales fueron enviados a los campos de concentración, donde no fueron asesinados como fue el caso de los judíos, pero donde la gran mayoría, que lucían en sus harapos un triángulo rosa que los identificaba como parias en los campos, murió a causa de los malos tratos.
Esta política que los nazis solo aplicaron a los alemanes, con el propósito de purificar la raza aria permitió que los prisioneros homosexuales fueran sometidos a experimentos médicos, como inyecciones de hormonas, lobotomías y castraciones.
Víctimas ignoradas
Con este monumento queremos recordar a un grupo de víctimas que fue largamente ignorada por la opinión pública, dijo el ministro de Cultura, Bernd Naumann durante la ceremonia de inauguración. Es también la expresión de nuestra convicción de que la discriminación contra los homosexuales y la gente que piensa y vive en forma diferente no puede tener lugar en nuestra sociedad, añadió. En cambio, el alcalde de la ciudad y homosexual declarado, Klaus Wowereit, puso el dedo en la llaga y recordó durante la ceremonia que la sociedad alemana de la posguerra había continuado persiguiendo y discriminando a los homosexuales. Todavía no existe una igualdad legal y la discriminación se da todos los días, incluso en la tolerante ciudad de Berlín, insistió el político socialdemócrata.
En la ceremonia de inauguración participaron varias decenas de invitados, pero no estuvo presente ninguna víctima de la persecución. Güntter Dworek, portavoz de Asociación de homosexuales y Lesbianas de Alemania, dijo que el último sobreviviente, había muerto en noviembre de 1995. Pîerre Seel fue arrestado en Alsacia en 1941 a la edad de 17 años. En un libro de memorias publicado en 1994, Seel contó que su primer amor, Jo de 18 años, había sido devorado vivo por los perros de los guardianes nazis.
La escena que muestra a dos jóvenes besándose se podrá ver durante los próximos dos años y después será reemplazada por una cinta que mostrará a dos mujeres besándose. Está previsto que en los próximos dos años diferentes artistas crearán videos relacionados con el amor homosexual.
Con este memorial, Alemania quiere honrar a los perseguidos y asesinados, mantener viva la memoria de la injusticia y establecer un símbolo permanente contra la intolerancia, la injusticia y la marginación social que sufrieron los homosexuales, señala una placa del monumento, que desde ayer recuerda el sufrimiento de los homosexuales que fueron perseguidos por los nazis.
Durante la época nazi más de 50.000 homosexuales fueron perseguidos y enviados a los campos de concentración únicamente a causa de su orientación sexual gracias a un artículo del código penal dictado en 1935. El artículo fue abolido recién en 1969. Según algunas estimaciones no oficiales, unos 10.000 homosexuales fueron enviados a los campos de concentración, donde no fueron asesinados como fue el caso de los judíos, pero donde la gran mayoría, que lucían en sus harapos un triángulo rosa que los identificaba como parias en los campos, murió a causa de los malos tratos.
Esta política que los nazis solo aplicaron a los alemanes, con el propósito de purificar la raza aria permitió que los prisioneros homosexuales fueran sometidos a experimentos médicos, como inyecciones de hormonas, lobotomías y castraciones.
Víctimas ignoradas
Con este monumento queremos recordar a un grupo de víctimas que fue largamente ignorada por la opinión pública, dijo el ministro de Cultura, Bernd Naumann durante la ceremonia de inauguración. Es también la expresión de nuestra convicción de que la discriminación contra los homosexuales y la gente que piensa y vive en forma diferente no puede tener lugar en nuestra sociedad, añadió. En cambio, el alcalde de la ciudad y homosexual declarado, Klaus Wowereit, puso el dedo en la llaga y recordó durante la ceremonia que la sociedad alemana de la posguerra había continuado persiguiendo y discriminando a los homosexuales. Todavía no existe una igualdad legal y la discriminación se da todos los días, incluso en la tolerante ciudad de Berlín, insistió el político socialdemócrata.
En la ceremonia de inauguración participaron varias decenas de invitados, pero no estuvo presente ninguna víctima de la persecución. Güntter Dworek, portavoz de Asociación de homosexuales y Lesbianas de Alemania, dijo que el último sobreviviente, había muerto en noviembre de 1995. Pîerre Seel fue arrestado en Alsacia en 1941 a la edad de 17 años. En un libro de memorias publicado en 1994, Seel contó que su primer amor, Jo de 18 años, había sido devorado vivo por los perros de los guardianes nazis.
La escena que muestra a dos jóvenes besándose se podrá ver durante los próximos dos años y después será reemplazada por una cinta que mostrará a dos mujeres besándose. Está previsto que en los próximos dos años diferentes artistas crearán videos relacionados con el amor homosexual.
Con este memorial, Alemania quiere honrar a los perseguidos y asesinados, mantener viva la memoria de la injusticia y establecer un símbolo permanente contra la intolerancia, la injusticia y la marginación social que sufrieron los homosexuales, señala una placa del monumento, que desde ayer recuerda el sufrimiento de los homosexuales que fueron perseguidos por los nazis.