Alfombra roja para la edición más transgresora del Fescigu

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Y llegó el esperado momento. La alfombra roja se desplegó en la tarde de ayer en el teatro auditorio Buero Vallejo de la capital para acoger la sexta edición del Festival Solidario de Guadalajara, una primera jornada que se caracterizaría por la escasez de público en las butacas y la emotividad del homenaje a uno de nuestros más consagrados directores, Vicente Aranda. Afloraban los nervios en las horas previas al arranque oficial del Festival de Cine Solidario de Guadalajara. El teatro Buero Vallejo, la nueva y más que problable sede fija del certamen para años sucesivos, se engalanaba como los grandes auditorios desde primeras horas de la mañana de ayer miércoles para acoger la sexta edición de esta cita cinematográfica, la que promete ser la de mayor calidad hasta el momento.
Los organizadores, voluntarios y amantes del cine se afanaban en colocar a los lados del hall sus correspondientes stands, entre los que se encontraban los propios de Cinefilia –la organizadora del certamen–, con su tienda de recuerdos, y en la que podía adquirirse todo tipo de objetos con el anagrama del certamen, o aquella que repartía el catálogo oficial de este año; así como otras siete correspondientes a las ONG participantes, que en sus primeros momentos repartían información a diestro y siniestro sobre sus propósitos solidarios.
Junto a todos ellos, la protagonista de excepción era la alfombra roja, que vería desplegado sus encantos pocos minutos antes de las 18.00 horas, momento de la inauguración oficial de este sexto Festival Solidario de Guadalajara. Una cita a la que no faltaron los principales responsables de promoción cultural de la provincia, tales como la concejala en la materia del Ayuntamiento de Guadalajara, Isabel Nogueroles; la consejera y delegada de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Marisol Herrero y Riánsares Serrano, respectivamente; y el director general de Promoción Cultural, Rafael de Lucas.
Sería la consejera de Cultura la encargada de romper el hielo y la primera en intervenir durante la presentación oficial de este Festival de cine, al que calificó como “el más importante de España” y en el que se proyecta cine solidario, humanista y testimonial. Asimismo, su presencia estaba motivada por proyección de la sección Hecho en Castilla-La Mancha –encargada de inaugurar el Festival–, y que debe su nombre a un programa subvencionado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha cuya finalidad es ofrecer una oportunidad a los jóvenes directores de la provincia.
Los grandes ausentes de la tarde, sin embargo, fueron un elenco más nutrido de autoridades políticas y representantes de la cultura de Guadalajara; Carmelo, el protagonista del cartel anunciador del Festival; y el propio público, que en la primera jornada del Festival sólo llegó a ocupar algo más de una centena de butacas de las 1.000 disponibles en este auditorio Buero Vallejo.
Carencias aparte, el mayor revuelo durante la tarde se produjo lógicamente con la llegada al teatro de los nombres propios de este sexto Festival: el director homenajeado, Vicente Aranda, que llegaba tranquilo a uno de tantos homenajes que ha recibido a lo largo de 18 años, aunque no sin cierta curiosidad por ver el video homenaje preparado por la organización para reconocer sus más de 40 años dedicados al cine; el lama Thubten Wangchen, director de Casa Tibet en Barcelona, alegre de de pisar tierras alcarreñas y orgulloso de que un Festival de cine dé el merecido protagonismo a un lugar cada vez más olvidado, el Tibet –este año participante a través de la Sección Tibetana, que tratará de difundir su cultura e historia–; y Cecilia Bartolomé, otra directora de excepción, que además de participar en el jurado de este año, se encargaría de presentar y moderar el coloquio posterior que le llevaría a sentarse al lado de uno de sus grandes maestros.
Una vez intercambiados los saludos, dio comienzo en el escenario principal del teatro capitalino, improvisado cine por unos días, un concierto de cuencos tibetanos, todo un recital de vibraciones que logró sanar el espíritu, el alma y el cuerpo de los espectadores presentes durante media hora.
Tras ella vino la presentación del sexto Festival de Cine Solidario de Guadalajara, un certamen dirigido nuevamente con maestría por Luis Moreno, que fiel a su estilo, vistió de manera informal durante esta primera cita, y la proyección de cinco películas pertenecientes al DVD Hecho en Castilla-La Mancha, que daban por inaugurada la gran pantalla que se aposentaba en el centro del escenario teatral.

Emotivo homenaje
Los primeros mormullos y felicitaciones a los jóvenes directores de la región dio paso al momento más esperado de la jornada, el gran homenaje a Vicente Aranda. Para ello, le precedió un pequeño espectáculo de baile protagonizado por las dos presentadoras del Festival, Montse de la Cal y María Jesús de la Cruz, que pusieron en escena un pequeña interpretación de la secuencia de la película de Aranda Cambio de sexo. Tras ella, la pantalla cinematográfica volvía a ser reflejo de la proyección del documental Aranda: 44 años de pasión por el cine, una cinta realizada por el equipo de Cinefilia que recogía a lo largo de 44 minutos cada uno de los años dedicados al cine por el director. En él, participan parte de su equipo de rodaje, como Juan Amorós, director de fotografía; Andrés Vicente Gómez, productor; Josep Rosell, director de arte; y como no, sus actores y actrices: Pilar López de Ayala, Eduardo Noriega, Imanol Arias y su gran diva, Victoria Abril, que definió al director como una llave maestra que abre todas las puertas”.
Las emociones desatadas en el homenaje dejaron paso al coloquio con el director, moderado por la no menos profesional Cecilia Bartolomé, cerrando así una jornada de infarto a la que le faltó el gran público.