Alfredo Villaverde recibe hoy en Roma el Premio Mundial Fernando Riela
15/12/2010 - 18:09
Al amor de tu lumbre del alcarreño Alfredo Villaverde Gil ha sido la
obra galardonada con el XXX Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía
Mística, de entre los 12 finalistas de 8 países, seleccionados entre
208 obras procedentes de 32 países.
El Jurado, que ha tenido un trabajo arduo para decidir la obra
ganadora por la gran calidad de las 12 finalistas, ha sido presidido
por el Dr. Jesús Fernández Hernández, Presidente de la Fundación
Fernando Rielo y ha estado constituido además por: el catedrático Dr.
D. Jaime Siles, poeta y crítico literario; por el profesor, P. Luigi
Borriello, OCD, especialista en mística; la profesora de la
Universidad Humbold de Berlín, Dra. Dña. Pilar Martín Espíldora,
crítico literaria; D. David G. Murray, crítico literario; y Dr. D.
José Mª López Sevillano, Secretario Permanente del Premio.
Según la valoración del Jurado: Alfredo Villaverde Gil es un poeta que
cuida con esmero la forma, sin caer en facilismos, logrando mantener
el acento poético y el tono lírico. En el hospital siente la "muerte
a cuestas" y busca a Dios como un niño que quiere la protección de su
padre. Es ahí, en la enfermedad, cuando el ?alma gime y el cuerpo se
resiste?, donde el poeta adquiere conciencia profunda del ?tiempo
sin medida? de una esperanza celeste que debe ?depurarse de todo?. En
diez décimas nos expresa su ?fuego enamorado? que sólo en Dios
?encuentra la calma?. Siguen hermosos sonetos, liras, poemas de verso
libre y haikús, que expresan su sentido de búsqueda y encuentro, de
ausencia y presencia. Verdadera poesía de luz y júbilo. Presente está
el recogimiento interior para ?entrever la luz que hacia Dios guía? y
?seguir el rastro divino en todo lugar y pensamiento?. Este
recogimiento lo conduce a contemplar a Dios en lo cotidiano.
Nuestro poeta nos retrata magistralmente el universo que se produce en
el poema místico. Éste debe expresar el orden, la conciencia de
infinito, la inspiración y la intensidad del encuentro. El camino para
la contemplación es la cruz, el sufrimiento por amor, que no excluye
la felicidad íntima del encuentro en el transcurrir de cada día
donde la espera está más allá de la razón para experienciar lo
divino, donde la quietud se da sólo estando en Dios, y donde el poeta
sufre la tristeza por la ausencia.
En esta edición, el Jurado ha otorgado mención de honor a la
colombiana Adela Guerrero Collazos, por El amor me habita y al cubano
Roberto Méndez Martínez, por Cánticos para la luz de otro siglo. Ha
destacado de la obra de Adela Guerrero que "son poemas breves, hechos
de instantes, impresiones, recuerdos, en los que la autora va tejiendo
la ausencia-presencia de Dios, siempre suavemente sugerido y con
gran delicadeza. Tiene la virtud de una gran coherencia en el
lenguaje en cuyas imágenes se aprecia el toque del encuentro y de la
búsqueda: ?Te adentras donde no te encuentro / mientras te busco /
brisa de salmos / se aproxima / a mi puerta?. Canta su unión con el
Amado acompañándose de los instrumentos de la exuberante naturaleza."
Y del poemario de Roberto Méndez que: "son poemas extensos, de corte
narrativo en los que el autor eleva a poesía su meditación sobre
motivos evangélicos (oración del huerto, llamada del ángel,
transfiguración, resurrección), teológicos (Trinidad, Virgen,
Sudario), místicos o religiosos (Florecillas de San Francisco, Cristo
de Mantegna, Monasterio de clarisas, San Juan de la Cruz) y
filosóficos o culturales (Plotino, Dante). Estamos ante un buen poeta
con admirable manejo lingüístico y extraordinario dominio de la
imagen."
Los 9 finalistas restantes han sido: Aroca Gómez, Francisco (Murcia,
España): Diario con hambre de vuelo; Díaz Yepes, Cristian (Venezuela):
La noche y el deseo; Donel, Phillip (Tauranga, Nueva Zelanda): Go
with God; Dorel Visan (Cluj-Napoca, Rumanía): Salmos (traducción al
español); López Sáez, Francisco José (Ciudad Real, España): Huésped de
tu Resurrección. Nombres para un exilio; Madriz Flores, Kathy
(Cartago, Costa Rica): En el umbral de tu Palabra; Ribadeneira Terán,
Juan Carlos (Quito, Ecuador): Barro alado?; Rodríguez Ballester,
Manuel (Sevilla, España): Esa llama de amor; y Serrano Pedroche,
Lucrecio (Albacete, España): De rodillas, Señor, ante el Sagrario, o
Evangelio de Juan.
Teniendo muy presente al creador del Premio, Fernando Rielo, en su
mensaje para esta edición en la que el Premio cumple 30 años, el
Presidente del mismo, Jesús Fernández Hernández, afirma que ?este
caminar hacia la gran Poesía hace que la poesía mística, lejos de
reducirse a moldes culturales, estructuras lingüísticas, actitudes
seudo-religiosas o incoherencias racionales o afectivas, es el primado
de toda poesía, la poesía por excelencia, porque en ella tienen
cabida y se potencian todos los valores estéticos, lingüísticos,
culturales, religiosos, sin excluir ninguno. Por eso, la poesía
mística es abierta, dialogante, oracional, diaconal, profética. No
está al servicio de la palabra, de la cultura, de la sociedad, de la
historia, de la religión, sino al servicio de la hermosura del amor,
que, con su potencia creadora, es quien libera de escoria a la
cultura, pacifica a la sociedad, interpreta correctamente la
historia, purifica a la religión.?
En esta edición del Premio, el Comité de Honor ha estado integrado
por: los académicos Valentín García Yebra (de gratísima memoria,
fallecido hace dos días; damos nuestro más sentido pésame a su
familia), Gregorio Salvador Caja, Antonio Mingote, Luis María Anson y
Bernard Sesé; los Rectores de la Universidad Pontificia Comillas y
Politécnica de Madrid; el Presidente de la Asociación de Escritores y
Artistas Españoles, D. Juan Van-Halen; D. Ramón Pernas, Escritor y
Miembro de la Academia Pontificia Auriense-Mindoniense de San Rosendo;
y el poeta Andrés Sánchez Robayna.