Alique subraya que España tendrá "voz y voto" en el G-20 cuando más importancia tiene la organización
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
Desde mañana y hasta el viernes, España asistirá a la reunión del G-20 que se celebra en la ciudad estadounidense de Pittsburgh. La participación española es especialmente relevante dado que nuestro país consolida de este modo su presencia en esta organización en un momento de especial relevancia. Hace menos de un año, España estaba fuera y éste será el tercer encuentro en el que tomemos parte. La política internacional que lidera el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero es la que ha metido a nuestro país en el G-20 y ha logrado que tengamos voz y voto en las decisiones trascendentales que se van a adoptar para nuestro futuro y el del resto del mundo, precisamente en el momento de mayor capacidad de decisión e influencia de esta organización, defiende Jesús Alique, diputado por Guadalajara del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados
El G-20 se ha convertido en la organización internacional con mayor poder decisorio en las normas que, a partir de ahora, van a regir la política económica en todo el mundo. Los acuerdos que se adopten en la reunión que se inicia mañana influirán en la salida de la crisis que todos los países están sufriendo desde hace más de un año y evitarán que vuelva a repetirse una situación semejante, que ha estado a punto de colapsar el sistema financiero internacional y la economía mundial.
España defenderá en esta cumbre, tal y como ha adelantado el presidente del Gobierno, la posición conjunta de la Unión Europea que se acordó en Bruselas hace una semana y que se resume en cuatro grandes áreas. Por un lado, la reforma de las instituciones monetarias internacionales y, en particular, del Fondo Monetario Internacional; por otro, la búsqueda de un acuerdo mundial en torno al cambio climático y la financiación para la reducción de las emisiones en los países emergentes, y finalmente, un avance en la concreción de nuevas normas sobre regulación y supervisión del sistema financiero internacional para prevenir crisis como la que estamos sufriendo.
Zapatero también defenderá ante el G-20, en coalición con el resto de países miembros de la UE, que se mantengan los impulsos fiscales mientras siga siendo necesaria la participación de los Gobiernos para incentivar la recuperación económica. Esta medida se adecua a los ajustes fiscales que ha anunciado el Ejecutivo y que tendrán su reflejo en la Ley de Presupuestos y en la Ley de Economía Sostenible. Unos serán al alza y otros a la baja y, en todo caso, la presión fiscal en España seguirá estando sustancialmente por debajo de la media europea e inferior a la que existía en 2004. Habrá incentivos fiscales a las nuevas actividades de la economía sostenible y una rebaja temporal del impuesto de sociedades para las empresas de menor tamaño que mantengan el empleo, defiende Alique.
España defenderá en esta cumbre, tal y como ha adelantado el presidente del Gobierno, la posición conjunta de la Unión Europea que se acordó en Bruselas hace una semana y que se resume en cuatro grandes áreas. Por un lado, la reforma de las instituciones monetarias internacionales y, en particular, del Fondo Monetario Internacional; por otro, la búsqueda de un acuerdo mundial en torno al cambio climático y la financiación para la reducción de las emisiones en los países emergentes, y finalmente, un avance en la concreción de nuevas normas sobre regulación y supervisión del sistema financiero internacional para prevenir crisis como la que estamos sufriendo.
Zapatero también defenderá ante el G-20, en coalición con el resto de países miembros de la UE, que se mantengan los impulsos fiscales mientras siga siendo necesaria la participación de los Gobiernos para incentivar la recuperación económica. Esta medida se adecua a los ajustes fiscales que ha anunciado el Ejecutivo y que tendrán su reflejo en la Ley de Presupuestos y en la Ley de Economía Sostenible. Unos serán al alza y otros a la baja y, en todo caso, la presión fiscal en España seguirá estando sustancialmente por debajo de la media europea e inferior a la que existía en 2004. Habrá incentivos fiscales a las nuevas actividades de la economía sostenible y una rebaja temporal del impuesto de sociedades para las empresas de menor tamaño que mantengan el empleo, defiende Alique.