Amugas, cornamentas, cencerros y trajes multicolor esperan su momento
Llega el Carnaval y la provincia de Guadalajara sigue fiel a sus tradiciones. Es tiempo de máscaras, atuendos, antifaces, trajes multicolores, amugas, cornamentas y cencerros; de danzas y jolgorio; de rendir cuentas a la historia y a nuestros antepasados.
Después de unas animadas fiestas de San Blas, Candelas y águedas, vaquillas, vaquillones, mascaritas y botargas se preparan para salir el próximo sábado 25, gracias al entusiasmo y trabajo de sus lugareños. La lista de citas de nuestro Carnaval se va haciendo cada vez más completa y, para este 2017, a los tradicionales, la vaquilla de Carnaval en Riba de Saelices o la Botarga de Valdesaz, que el pasado año recuperaron las entusiastas gentes de sus respectivos pueblos. De aperitivo, este viernes se concentrarán en la capital alcarreña para avisar de la llegada de Don Carnal.
Catalogadas como Fiestas de Interés Turístico Provincial están las citas de Almiruete donde vivirán su enésimo sábado de Carnaval al más puro estilo tradicional, con sus botargas y mascaritas. Será a partir de las 16.00 horas cuando las botargas bajen del monte para buscar a sus mascaritas y desfilar ante la atónita mirada de curiosos y visitantes, como desde el siglo XIII. Cuentan que, a primera hora de la tarde, los hombres desaparecerán del pueblo para vestirse de botargas, ayudados por otros a los que la edad o su condición física no les permiten ya desfilar. Es entonces cuando se dan a conocer esas máscaras que artesanalmente cada uno construye para ajustarlas a su rostro y sorprender a la cuadrilla. Estos días se fabrican las máscaras con materiales naturales como cartón, pasta de papel, hojas y demás cosas que se encuentran al alcance de los que por un día se convierten en botargas. Ataviados para la ocasión, irán en busca de sus mascaritas en un lugar que sólo ellos conocen y cumplirán con el ritual del cortejo.
Vaquillones también deambularán por Robledillo de Mohernando durante este fin de semana.
Con capa roja y careta de arpillera saldrán los vaquillones en el municipio serrano de Villares de Jadraque. Como los pastores portan pantalón de pana oscura y abarcas, también sombrero de paja. Al hombro llevan unas amugas, un artilugio de madera sobre el que se llevaba antaño la cosecha o la leña y que estos vaquillones portan con elegancia y el sonido de los cencerros. Una cornamenta de vaca en la parte delantera y un chiflo completan el personaje carnavalesco, que data de hace siglos y que sus vecinos mantienen intacto. Como cada sábado de Carnaval, saldrán para importunar la degustación de migas serranas y tiznar de hollín a las mozas.
En la comarca molinesa son los diablos, oscuros y monstruosos los protagonistas de este Carnaval de Luzón. Un grupo de jóvenes, ataviados de negro, con patata en boca y cornamenta en la cabeza desfilarán por las calles de la localidad para tiznar a todo el que no participe del Carnaval. Las mascaritas serán las únicas que cuenten con su beneplácito para vivir tranquilamente el sábado de Carnaval.
En Membrillera también es tradicional la cita de Carnaval. Sonarán las campanillas de las vaquillas, a partir de las 17.00 horas. Estos peculiares personajes saldrán a su antojo con su tradicional vestimenta: saya en la cintura, toquilla al hombro, con cuernos a la cintura con los que asustar a niños y mayores. Se tapan la cabeza con unas horribles caretas y los pies con sacos. De esta guisa se encontrarán con el resto de disfrazados del pueblo, que participan en el concurso de Carnaval.