Año Nuevo

02/01/2021 - 16:28 Pedro Villaverde Martínez

Que el año nuevo sea lo más propicio para todos, además de pasar la dramática página histórica que nos deja un 2020 para el olvido pero que paradójicamente será estudiado y analizado en los libros. 

Dice el tópico que año nuevo, vida nueva, con el deseo implícito de que sea mejor.  En este caso, con el inicio de las vacunaciones, y aunque temamos todavía algún repunte y un duro invierno, confiamos en que la primavera sea ese renacer no solo del letargo invernal y de la explosión toda de la naturaleza, sino de la vuelta prudente a una cierta normalidad, aunque vamos perdiendo casi el concepto de qué es normal. Pero cierto es que el tiempo lo hemos fraccionado según unos criterios y lo mismo que al día sigue la noche, a un año sigue otro y en pocas horas diremos adiós a un bisiesto que quedará para siempre en la historia como el de la pandemia del Covid que tanta muerte y sufrimiento causó. 

Cuando un año termina es obligado hacer balances de ese periodo, algunos por ley, otros los hacemos porque queremos saber cómo va nuestra vida en este cosmos que nos ha tocado vivir. Pensamos que cualquier tiempo pasado fue mejor y deseamos que el tiempo futuro sí lo sea. Vivir de recuerdos puede que sea volver a vivirlos en parte y sólo de los buenos quisiéramos acordarnos. Pocos parece que nos dejará el año que despedimos. Si nos remontamos a navidades pasadas, a las de la infancia, en nuestro Huertapelayo nos acordamos de la peculiar manera de celebrar los santos inocentes, a la que nos referíamos recientemente, y la noche del “abuelo potro” que marcaba el paso de un año a otro con otros ripios ad hoc, y a esperar que los Reyes cerraran el ciclo navideño, si encontraban el camino, cosa que solía resultarles muy difícil. Felices recuerdos de niños que queremos resaltar a la vez que reiterar esos deseos de felicidad para el año que se inicia y que todos deseamos sea el mejor posible. Si pedimos tranquilidad, más allá de la obligada por las autoridades con los toques de queda que recuerdan épocas de guerra, en la Nochebuena, más aún lo hicimos en la Nochevieja, más festiva porque a todos gusta iniciar el año, aunque sea por superstición, con alegría, buen talante y mejor compañía. Deseamos que se hiciese con prudencia para no hacer todavía más dura esa llamada cuesta de enero y con el mejor de los deseos que se convierta si no en llanura sí en días agradables. Que el año que empezamos en pocas horas sea lo más propicio para todos, además de pasar la dramática página histórica que nos deja un 2020 para el olvido pero que paradójicamente será no solo recordado sino estudiado y analizado en los libros.