Aparece el cuerpo sin vida del anciano de Fuencemillán desaparecido hace más de tres meses
Más de tres meses después de su desaparición, ayer, se cumplieron los peores augurios para la familia de Ángel Olmo Benito, el anciano de Fuencemillán que fue visto por última vez en la localidad de Espinosa de Henares.
El cuerpo sin vida del hombre, natural de Bustares, fue localizado, a las 09.45 horas de ayer, en el paraje conocido como Casa Blanca, en el término municipal de Espinosa de Henares, junto a un riachuelo. Al parecer, a unos pocos metros de la carretera que une esta última localidad con Carrascosa de Henares.
Según los familiares del fallecido, fueron unos vecinos del pueblo los que encontraron el cadáver en la mañana de ayer, después de que el día anterior uno de ellos encontrara el bastón del infortunado en esa zona, por lo que decidieron salir a buscarlo por este entorno. El primer aviso se produjo de forma inmediata al Servicio de Emergencias 112, aunque después se derivó a la Guardia Civil. Tras levantar el cuerpo, fue trasladado a Guadalajara para realizarle la autopsia. A cierre de esta edición, los familiares desconocían los resultados, aunque se inclinaban a pesar con mayor probabilidad que, dada la situación, Ángel hubiese fallecido por causas naturales.
Estas mismas fuentes afirmaban que, a pesar de todo, el hallazgo del cuerpo sin vida de Ángel suponía un "alivio" para la familia y sobre todo para su mujer, que mantenía una preocupación continua y no dejaba de pensar qué le podría haber ocurrido.
Ángel fue visto por última vez en la tarde del jueves 18 de febrero en Espinosa de Henares, tras haber salido horas antes de su domicilio en Fuencemillán sin dinero, sólo con una fotocopia del DNI y el teléfono de su mujer en la cartera. Ese mismo día, su esposa denunció su desaparición en el cuartel de Cogolludo, ya que el transcurso del tiempo y la ausencia de noticias hizo aumentar la preocupación de su familia, más si cabe porque tenía las facultades mentales disminuidas debido a un derrame cerebral que había sufrido y caminaba con una ligera cojera.
A partir de ese momento se puso en marcha un dispositivo de búsqueda por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado formado por tres patrullas de seguridad de los puestos de la Guardia Civil de la zona y un helicóptero con base en la localidad de Torrejón de Ardoz para tratar de localizarlo durante los días inmediatamente posteriores, y a los que se sumaron también las labores de búsqueda de los vecinos de Fuencemillán y sus familiares.