Araceli Martínez valora el reconocimiento de la apicultura como Patrimonio Cultural Inmaterial por parte del Gobierno de España

03/04/2025 - 16:27 Redacción

La senadora socialista por Guadalajara, Araceli Martínez, ha celebrado la aprobación del Real Decreto que reconoce la apicultura como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, destacando la importancia de esta actividad para la provincia y su vinculación con la identidad y el entorno rural.

Martínez ha subrayado que este reconocimiento busca “proteger una práctica milenaria y también la sabiduría rural con la que se cuida el entorno”. En este sentido, ha resaltado que “la miel no es solo un producto, sino también identidad, cultura y paisaje”.

Según los datos aportados por la senadora, en la provincia de Guadalajara existen cerca de 1.200 explotaciones apícolas, que albergan más de 49.000 colmenas y producen alrededor de 800 toneladas de miel al año, una cifra que puede variar según la temporada.

España es actualmente el primer país productor de miel en Europa, y Castilla-La Mancha ocupa el quinto lugar en número de colmenas a nivel nacional. En la provincia de Guadalajara destaca la Denominación de Origen "Miel de la Alcarria", cuya calidad, afirma Martínez, se debe a las plantas aromáticas y a las condiciones climáticas favorables del territorio.

Martínez ha incidido también en el papel fundamental de las abejas para la polinización, la diversidad vegetal y el equilibrio ecológico, señalando que son aliadas clave en la lucha contra el cambio climático.

En este contexto, ha destacado la labor del Centro Apícola Regional de Marchamalo, que considera un referente en investigación y apoyo técnico al sector. El centro, según ha explicado, ha desarrollado investigaciones relevantes y ha reabierto su laboratorio de análisis de miel, contando con más de 1,1 millones de euros de inversión por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha.

Por último, la senadora ha valorado positivamente otro Real Decreto aprobado por el Gobierno de España que establece la obligatoriedad de indicar en el etiquetado el país de origen de la miel, una medida que, según ha afirmado, “responde a una demanda histórica del sector” y aporta mayor transparencia al consumidor.