Atención al dependiente

23/11/2018 - 14:10 Redacción

Es cuestión de voluntad, de prioridades, de solidaridad y el ejecutivo regional demuestra con números su preocupación por quien más lo necesita.

Las personas que por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, ligadas a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial precisan de la atención de otras personas o ayudas para realizar actividades básicas de su vida diaria son consideradas dependientes, por ley, y tienen derecho a la atención de las administraciones públicas, en el grado en el que sea valorado su estado. Esto que parece lógico en una sociedad avanzada, sin embargo, no fue legislado hasta el año 2006 en nuestro país y, principalmente por la recesión económica, la puesta en marcha de estos servicios ha sido lenta y ha chocado con la falta de dotación presupuestaria y las trabas administrativas, un mal endémico en España. La sensibilidad, en cambio, hacia el tema ha ido en aumento y gobiernos como el de Castilla-La Mancha han puesto a la persona en el centro de sus políticas haciendo posible un avance considerable en esta materia. Esta semana se han hecho públicos datos y no podemos olvidar que detrás de cada cifra hay una persona que sufre y que la prestación que recibe le sirve a ella y a sus cuidadores, normalmente los familiares más cercanos, como un pequeño respiro ante una difícil situación. Las prestaciones y las necesidades son muy variadas pero el hecho de que un centenar de nuevos usuarios se incorporen al sistema cada mes en Guadalajara, más profesionales estén contratados para el estudio de los expedientes,  se incremente el número de solicitudes por una mayor confianza en recibir una respuesta positiva,  se amplíe el número de prestaciones que reciben  los beneficiarios o se agilice la tramitación y valoración de las peticiones de incorporación al sistema de la dependencia son indicadores de que mejoramos como sociedad, de que algunos políticos se preocupan de los problemas reales de los ciudadanos y el principal es el día a día, lo que es un reto  complicado cuando se ven mermadas las facultades. Es cuestión de voluntad, de prioridades, de solidaridad y el ejecutivo regional demuestra con números su preocupación por quien más lo necesita. Ahora bien, sobran las comparaciones con etapas anteriores en que era otra la realidad económica y las posibilidades de llevar a cabo políticas en este sentido eran más limitadas. Afortunadamente son tiempos mejores que nos permiten destinar más recursos a esta finalidad.