Aumenta el número de animales domésticos censados en la capital
01/10/2010 - 09:45
A pesar de que existen muchos ciudadanos que desconocen su obligación de dar cuenta de la posesión de su mascota, es necesario notificar las altas, bajas, cesiones, ventas, cambios de domicilio, así como las desapariciones y las defunciones, en especial cuando se trate de perros considerados de raza peligrosa.
La tenencia de un can de este tipo requiere estar en posesión de una licencia especial que acredite unas capacidades físicas y psicológicas suficientes para hacerse cargo del animal. En Guadalajara existen registrados 253 perros peligrosos, calificados así por unas determinadas características, como el tamaño de su mandíbula o su agresividad.
Tener un animal de compañía no solamente conlleva diversión, sino también una gran dosis de responsabilidad. Y parte de ella consiste en dar de alta a su nuevo compañero en el Censo municipal de Animales Domésticos de su localidad. Igual que te inscribes en el padrón, también tienes que inscribir a tu mascota, indican desde la Oficina del Censo de Animales Domésticos de Guadalajara.
En la capital se conceden tres meses para realizar el registro de los animales tras su nacimiento, mientras que en el caso de la compra, recogida o adopción se estipula un mes para formalizar el trámite. Las cesiones, ventas o cambios de domicilio también son de obligada notificación por parte del propietario, al igual que las desapariciones y fallecimientos en el período de un mes. Según información facilitada por la Oficina del Censo, se ha producido un aumento significativo en los últimos años, con un avance general muy importante en lo que respecta a una mayor concienciación de la gente. Así lo ha manifestado el concejal de Medio Ambiente de Guadalajara, Lorenzo Robisco, se censan muchos más animales.
En dicho censo, que lleva en funcionamiento más de nueve años, también aparecen incluidas las mascotas domésticas de las localidades del término municipal de Guadalajara y sus barrios anexionados Usanos, Taracena, Valdenoches e Iriépal. A día de hoy existen censados 7.020 animales, de los cuales 6.155 son perros y los 865 restantes son gatos, a pesar de que estos datos se encuentran sujetos a permanentes fluctuaciones. De aquí se deduce que la compañía canina sigue siendo la preferida por los ciudadanos.
Las tasas correspondientes al alta de un animal doméstico en el Censo municipal suponen el pago de una cuota de cinco euros, cantidad similar a la que se paga cuando se trata de un cambio de titularidad. Aquí aparecen recogidos aspectos tales como la especie, la raza, el tamaño del animal, su número de identificación, así como los datos personales del propietario.
Los requisitos necesarios para estar en posesión de una mascota pasan por realizar la solicitud previa, presentar la cartilla veterinaria, el resguardo del pago de las tasas de alta del censo, el justificante del chip de identificación y el DNI del propietario. Toda esta documentación debe ser entregada en la oficina del Registro General del Ayuntamiento de la capital.
Los guadalajareños van tomando conciencia de la importancia de inscribir a sus animales, que cobra mayor relevancia cuando se trata de la tenencia de perros considerados de raza peligrosa, que deben figurar en el Registro municipal de Animales Potencialmente Peligrosos, clasificados por especies. En la actualidad, 253 son los perros catalogados como tales.
Los dueños de este tipo de canes deberán conseguir una licencia especial que debe ser expedida por el Ayuntamiento, con un coste de unos ocho euros, que les acredite como propietarios legales, según se recoge en la Ordenanza Municipal. Para poder ser el dueño de un pit bull, un rottweiler o un dogo argentino, su propietario debe ser mayor de edad, carecer de antecedentes penales, estar en posesión de un certificado justificativo de capacidades físicas y aptitudes psicológicas necesarias para su tenencia tras haber superado una serie de pruebas que se llevan a cabo en determinados centros de reconocimiento y haber formalizado el pago de un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros estimado en 120.000 euros.
Razas peligrosas
Las principales características de los perros considerados peligrosos, tales como el fila brasileiro, el tosa inu, el mastín napolitano, el alaskan malamute o el bulldog inglés, atienden a aspectos tales como su tipología racial, la agresividad, su tamaño o la potencia de su mandíbula. Estas condiciones aparecen recogidas en la Ordenanza Municipal, donde se regula la tenencia y protección de los animales y donde el Ayuntamiento de Guadalajara decidió incluir una serie de razas como el bullmastiff, el dogo de Burdeos, el dobermann o el english bull terrier, en razón al anexo II que desarrolla la Ley 50/1999 del 23 de diciembre, por el que se posibilita al Consistorio de una localidad alargar esta lista con los perros que considere peligrosos.
La responsabilidad es, sin duda, la clave para convertirse en un buen dueño de cualquier animal, hecho que no solamente se demuestra con el cumplimiento de los correspondientes trámites legales, sino con una actuación ejemplar. Buena prueba de ello la darán los propietarios de perros, que deberán recoger las heces caninas depositadas en la vía pública so pena de ser sancionados con multas de hasta 200 euros por parte de la Policía Local, medida que ya dio a conocer este periódico y que se hará efectiva a partir del próximo mes de septiembre.
Tener un animal de compañía no solamente conlleva diversión, sino también una gran dosis de responsabilidad. Y parte de ella consiste en dar de alta a su nuevo compañero en el Censo municipal de Animales Domésticos de su localidad. Igual que te inscribes en el padrón, también tienes que inscribir a tu mascota, indican desde la Oficina del Censo de Animales Domésticos de Guadalajara.
En la capital se conceden tres meses para realizar el registro de los animales tras su nacimiento, mientras que en el caso de la compra, recogida o adopción se estipula un mes para formalizar el trámite. Las cesiones, ventas o cambios de domicilio también son de obligada notificación por parte del propietario, al igual que las desapariciones y fallecimientos en el período de un mes. Según información facilitada por la Oficina del Censo, se ha producido un aumento significativo en los últimos años, con un avance general muy importante en lo que respecta a una mayor concienciación de la gente. Así lo ha manifestado el concejal de Medio Ambiente de Guadalajara, Lorenzo Robisco, se censan muchos más animales.
En dicho censo, que lleva en funcionamiento más de nueve años, también aparecen incluidas las mascotas domésticas de las localidades del término municipal de Guadalajara y sus barrios anexionados Usanos, Taracena, Valdenoches e Iriépal. A día de hoy existen censados 7.020 animales, de los cuales 6.155 son perros y los 865 restantes son gatos, a pesar de que estos datos se encuentran sujetos a permanentes fluctuaciones. De aquí se deduce que la compañía canina sigue siendo la preferida por los ciudadanos.
Las tasas correspondientes al alta de un animal doméstico en el Censo municipal suponen el pago de una cuota de cinco euros, cantidad similar a la que se paga cuando se trata de un cambio de titularidad. Aquí aparecen recogidos aspectos tales como la especie, la raza, el tamaño del animal, su número de identificación, así como los datos personales del propietario.
Los requisitos necesarios para estar en posesión de una mascota pasan por realizar la solicitud previa, presentar la cartilla veterinaria, el resguardo del pago de las tasas de alta del censo, el justificante del chip de identificación y el DNI del propietario. Toda esta documentación debe ser entregada en la oficina del Registro General del Ayuntamiento de la capital.
Los guadalajareños van tomando conciencia de la importancia de inscribir a sus animales, que cobra mayor relevancia cuando se trata de la tenencia de perros considerados de raza peligrosa, que deben figurar en el Registro municipal de Animales Potencialmente Peligrosos, clasificados por especies. En la actualidad, 253 son los perros catalogados como tales.
Los dueños de este tipo de canes deberán conseguir una licencia especial que debe ser expedida por el Ayuntamiento, con un coste de unos ocho euros, que les acredite como propietarios legales, según se recoge en la Ordenanza Municipal. Para poder ser el dueño de un pit bull, un rottweiler o un dogo argentino, su propietario debe ser mayor de edad, carecer de antecedentes penales, estar en posesión de un certificado justificativo de capacidades físicas y aptitudes psicológicas necesarias para su tenencia tras haber superado una serie de pruebas que se llevan a cabo en determinados centros de reconocimiento y haber formalizado el pago de un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros estimado en 120.000 euros.
Razas peligrosas
Las principales características de los perros considerados peligrosos, tales como el fila brasileiro, el tosa inu, el mastín napolitano, el alaskan malamute o el bulldog inglés, atienden a aspectos tales como su tipología racial, la agresividad, su tamaño o la potencia de su mandíbula. Estas condiciones aparecen recogidas en la Ordenanza Municipal, donde se regula la tenencia y protección de los animales y donde el Ayuntamiento de Guadalajara decidió incluir una serie de razas como el bullmastiff, el dogo de Burdeos, el dobermann o el english bull terrier, en razón al anexo II que desarrolla la Ley 50/1999 del 23 de diciembre, por el que se posibilita al Consistorio de una localidad alargar esta lista con los perros que considere peligrosos.
La responsabilidad es, sin duda, la clave para convertirse en un buen dueño de cualquier animal, hecho que no solamente se demuestra con el cumplimiento de los correspondientes trámites legales, sino con una actuación ejemplar. Buena prueba de ello la darán los propietarios de perros, que deberán recoger las heces caninas depositadas en la vía pública so pena de ser sancionados con multas de hasta 200 euros por parte de la Policía Local, medida que ya dio a conocer este periódico y que se hará efectiva a partir del próximo mes de septiembre.