Aumenta un 5 % el presupuesto de la lucha contra incendios en su primera campaña anual
01/10/2010 - 09:45

Por: J. PASTRANA. GUADALAJARA
La Junta presentó ayer los planes y medios preparados para la temporada de riesgo alto
El pasado 1 de junio comenzó la temporada de riesgo alto de incendios, coincidiendo con un importante aumento de las temperaturas, indicó el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Martínez Guijarro. Esta nueva etapa casi coincide con el inicio de las campañas de carácter anual, que arrancó el pasado 1 de mayo.
Desde ese preciso momento, los trabajos para mantener el monte a salvo de las llamas se realizan durante los doce meses del año. La ampliación permitirá dedicar más tiempo a trabajos de limpieza de montes, sin embargo, también ha obligado al Gobierno regional a dedicar más recursos a su lucha contra el fuego. Así, se ha producido un incremento del cinco por ciento respecto al presupuesto del año pasado, sumando un total de 118 millones de euros. Este dinero no sólo se ha empleado para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, sino que también ha contribuido a la mejora de las comunicaciones, la aplicación de nuevas tecnologías y la construcción de tres nuevos centros comarcales de Emergencias, entre los que figura el de Villares de Jadraque. A la hora de analizar el verano, el consejero recordó que, debido a las lluvias de primavera e invierno, los pastos han crecido y, cuando se sequen, serán más peligrosos. En este sentido, indicó que las zonas son grandes masas forestales, como la Sierra Norte, están consideradas de alto riesgo.
Tres planes de emergencia
En la temporada de peligro alto, que va desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, coinciden tres planes destinados a minimizar el riesgo de incendios. El primero de ellos es el de Prevención, que implica realizar actuaciones de concienciación entre los escolares y el público en general. Precisamente con este fin se pondrá en marcha una campaña de prevención en la que se recordará a los ciudadanos la prohibición de hacer fuego en cualquier parte del medio natural, incluidas las barbacoas instaladas a tal efecto. Dentro de este Plan también entra la inversión de casi 10 millones de euros en los tres centros de comarcales de emergencia, además de en otras tres nuevas bases helitransportadas Bifor. Por último, contempla una campaña complementaria de trabajos selvícolas de limpieza en los montes que tendrá una duración de ocho meses y que alcanzará a un total de 27.000 hectáreas, un 50 por ciento más que las trabajadas en la campaña anterior, con un presupuesto de unos 80 millones de euros.
El segundo de los planes que está activado es el de Detección y Alarma. Éste controla la actuación de los centros operativos provinciales (COP), que se encuentran en cada una de las cinco capitales de provincia de Castilla-La Mancha y a través de los que se comunican la información existente sobre el desarrollo de los incendios forestales. Por encima de ellos está el Centro de Coordinación Regional (CCOR) en Toledo, desde donde se controla, por ejemplo, el envío de efectivos de una provincia a otra.
Otra reciente incorporación es la de la Unidad de Análisis y Planificación (UNAP). Compuesta por dos técnicos en cada COP más otro cuatro en el CCOR, está encargada de asesorar a los encargados de extinguir los incendios además de recoger información sobre el comportamiento del fuego.
Como es evidente, en la detección de incendios también juegan un papel importante las redes de vigilancia. La fija está compuesta por 130 puestos de vigilancia de los que 33 se encuentran en la provincia de Guadalajara. Por su parte, las móviles están conformadas por un todo terreno que porta un kit de extinción de 500 litros además de un conductor, un técnico y un agente medio ambiental. Las 80 unidades con las que cuentan, 16 de ellas en la provincia, hacen patrullas de 10 horas y están en disposición de ser movilizadas en cuanto la situación lo requiera. Por último, en lo concerniente a la Red de Comunicaciones Radiotelefónicas, se han renovado los 24 repetidores de frecuencias que había en la región. También se han mejorado los sistemas de localización GPS y, gracias al sistema Einforex, los aviones que estén realizando tareas de extinción de incendios podrán enviar imágenes en directo a los COP´s, lo que incrementará la información de que disponen los técnicos, explicó el consejero.
El tercero de los planes es precisamente el de extinción de incendios. Éste se compone de tres patas. La primera de ellas son los medios aéreos. En la provincia de Guadalajara hay tres helicópteros Bell 212 y un A-4119 Koala. Los primeros están adaptados para el transporte de personas de extinción y disponen de un helibalde que les permite lanzar hasta 1.500 litros de agua. En cuanto al segundo, se trata de una máquina de gran versatilidad, seguridad y rapidez, indican desde la Consejería.
Otra de las apuestas importantes que se han hecho desde el Gobierno regional ha sido por los retenes helitransportados, ya que se consideran que son más operativos, indica Martínez Guijarro. Estos retenes se encuentran divididos en dos tipos, los Bifor B, que cuentan con dos técnicos y de doce a catorce especialistas forestales, y los Bifor A, que tienen 24 especialistas, dos responsables helitransportados y dos técnicos. Por último, la base de Villares de Jadraque también cuenta con un helicóptero Kamov propiedad del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino; un helicóptero bombardero con capacidad para lanzar hasta 4.500 litros de agua. Al margen de todo esto, la región tiene seis aviones Air Tractor 802 y dos Cessna Push Pull, aunque ninguno de ellos se encuentra en la provincia.
Pese a la apuesta por los medios aéreos, la Administración también cuenta con medios terrestres. Así, dispone de una flota de máquinas pesadas compuesta por un tractor de cadenas con pala de gran potencia, un camión góndola t un vehículo 4x4. En total hay 21 equipos, tres de ellos Guadalajara. La provincia también tiene ocho autobombas, vehículos de alta tracción con capacidad para llevar 3.500 litros de agua y con un equipo formado por un conductor y un ayudante especializado. Asociadas a estas autobombas también están las brigadas de retenes terrestres, con un número de especialistas variable entre tres y siete que, además, cuentan con un 4x4. En la región hay 59, y diez de ellos están radicados en la provincia. Otra variable de los equipos terrestres son las autobombas retén, de las que hay 30 unidades, siete en la provincia. Éstas se encuentran conformadas por un conductor y entre tres y cinco especialistas forestales.
La red de medios terrestres la completan cinco camiones nodriza, uno por provincia, con capacidad para transportar 14.000 litros de agua, tracción 6x6 y tan habilitados para hacer labores de extinción como para suministrar agua a otras autobombombas. Por último, la región cuenta con un puesto de mando avanzado que se encuentra en Toledo, aunque puede desplazarse allí donde requieran las circunstancias. Este centro cuenta con todo tipo de comunicaciones, ordenadores portátiles y sistemas de cartografía. Por último, la región cuenta con una plantilla de 3.000 personas, de las que 558 prestan servicios en la provincia.
Acción humana
Al margen de todas las medidas adoptadas por la Administración regional y los medios de los que dispone, hay un factor que debe ser tenido en cuenta a la hora de luchar contra los incendios, la propia acción humana. Según indicó Martínez Guijarro, entre el 85 y el 90 por ciento de los incendios están provocados por la acción humana, aunque la mayoría de las veces es por negligencia. En ese sentido, durante el pasado año, se impusieron 169 sanciones por hacer fuegos en la provincia, mientras que en lo que va de 2010 ya se cuentan 27. El consejero recordó que son varias las normas que deben cumplirse durante la temporada de riesgo alto de incendios. En primer lugar, queda prohibido hacer fuegos en el medio natural. Tampoco se puede fumar en el monte ni arrojar colillas por la ventanilla mientras se conduce.
Tres planes de emergencia
En la temporada de peligro alto, que va desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, coinciden tres planes destinados a minimizar el riesgo de incendios. El primero de ellos es el de Prevención, que implica realizar actuaciones de concienciación entre los escolares y el público en general. Precisamente con este fin se pondrá en marcha una campaña de prevención en la que se recordará a los ciudadanos la prohibición de hacer fuego en cualquier parte del medio natural, incluidas las barbacoas instaladas a tal efecto. Dentro de este Plan también entra la inversión de casi 10 millones de euros en los tres centros de comarcales de emergencia, además de en otras tres nuevas bases helitransportadas Bifor. Por último, contempla una campaña complementaria de trabajos selvícolas de limpieza en los montes que tendrá una duración de ocho meses y que alcanzará a un total de 27.000 hectáreas, un 50 por ciento más que las trabajadas en la campaña anterior, con un presupuesto de unos 80 millones de euros.
El segundo de los planes que está activado es el de Detección y Alarma. Éste controla la actuación de los centros operativos provinciales (COP), que se encuentran en cada una de las cinco capitales de provincia de Castilla-La Mancha y a través de los que se comunican la información existente sobre el desarrollo de los incendios forestales. Por encima de ellos está el Centro de Coordinación Regional (CCOR) en Toledo, desde donde se controla, por ejemplo, el envío de efectivos de una provincia a otra.
Otra reciente incorporación es la de la Unidad de Análisis y Planificación (UNAP). Compuesta por dos técnicos en cada COP más otro cuatro en el CCOR, está encargada de asesorar a los encargados de extinguir los incendios además de recoger información sobre el comportamiento del fuego.
Como es evidente, en la detección de incendios también juegan un papel importante las redes de vigilancia. La fija está compuesta por 130 puestos de vigilancia de los que 33 se encuentran en la provincia de Guadalajara. Por su parte, las móviles están conformadas por un todo terreno que porta un kit de extinción de 500 litros además de un conductor, un técnico y un agente medio ambiental. Las 80 unidades con las que cuentan, 16 de ellas en la provincia, hacen patrullas de 10 horas y están en disposición de ser movilizadas en cuanto la situación lo requiera. Por último, en lo concerniente a la Red de Comunicaciones Radiotelefónicas, se han renovado los 24 repetidores de frecuencias que había en la región. También se han mejorado los sistemas de localización GPS y, gracias al sistema Einforex, los aviones que estén realizando tareas de extinción de incendios podrán enviar imágenes en directo a los COP´s, lo que incrementará la información de que disponen los técnicos, explicó el consejero.
El tercero de los planes es precisamente el de extinción de incendios. Éste se compone de tres patas. La primera de ellas son los medios aéreos. En la provincia de Guadalajara hay tres helicópteros Bell 212 y un A-4119 Koala. Los primeros están adaptados para el transporte de personas de extinción y disponen de un helibalde que les permite lanzar hasta 1.500 litros de agua. En cuanto al segundo, se trata de una máquina de gran versatilidad, seguridad y rapidez, indican desde la Consejería.
Otra de las apuestas importantes que se han hecho desde el Gobierno regional ha sido por los retenes helitransportados, ya que se consideran que son más operativos, indica Martínez Guijarro. Estos retenes se encuentran divididos en dos tipos, los Bifor B, que cuentan con dos técnicos y de doce a catorce especialistas forestales, y los Bifor A, que tienen 24 especialistas, dos responsables helitransportados y dos técnicos. Por último, la base de Villares de Jadraque también cuenta con un helicóptero Kamov propiedad del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino; un helicóptero bombardero con capacidad para lanzar hasta 4.500 litros de agua. Al margen de todo esto, la región tiene seis aviones Air Tractor 802 y dos Cessna Push Pull, aunque ninguno de ellos se encuentra en la provincia.
Pese a la apuesta por los medios aéreos, la Administración también cuenta con medios terrestres. Así, dispone de una flota de máquinas pesadas compuesta por un tractor de cadenas con pala de gran potencia, un camión góndola t un vehículo 4x4. En total hay 21 equipos, tres de ellos Guadalajara. La provincia también tiene ocho autobombas, vehículos de alta tracción con capacidad para llevar 3.500 litros de agua y con un equipo formado por un conductor y un ayudante especializado. Asociadas a estas autobombas también están las brigadas de retenes terrestres, con un número de especialistas variable entre tres y siete que, además, cuentan con un 4x4. En la región hay 59, y diez de ellos están radicados en la provincia. Otra variable de los equipos terrestres son las autobombas retén, de las que hay 30 unidades, siete en la provincia. Éstas se encuentran conformadas por un conductor y entre tres y cinco especialistas forestales.
La red de medios terrestres la completan cinco camiones nodriza, uno por provincia, con capacidad para transportar 14.000 litros de agua, tracción 6x6 y tan habilitados para hacer labores de extinción como para suministrar agua a otras autobombombas. Por último, la región cuenta con un puesto de mando avanzado que se encuentra en Toledo, aunque puede desplazarse allí donde requieran las circunstancias. Este centro cuenta con todo tipo de comunicaciones, ordenadores portátiles y sistemas de cartografía. Por último, la región cuenta con una plantilla de 3.000 personas, de las que 558 prestan servicios en la provincia.
Acción humana
Al margen de todas las medidas adoptadas por la Administración regional y los medios de los que dispone, hay un factor que debe ser tenido en cuenta a la hora de luchar contra los incendios, la propia acción humana. Según indicó Martínez Guijarro, entre el 85 y el 90 por ciento de los incendios están provocados por la acción humana, aunque la mayoría de las veces es por negligencia. En ese sentido, durante el pasado año, se impusieron 169 sanciones por hacer fuegos en la provincia, mientras que en lo que va de 2010 ya se cuentan 27. El consejero recordó que son varias las normas que deben cumplirse durante la temporada de riesgo alto de incendios. En primer lugar, queda prohibido hacer fuegos en el medio natural. Tampoco se puede fumar en el monte ni arrojar colillas por la ventanilla mientras se conduce.