Avances en el Campus universitario

06/09/2019 - 13:20 Redacción

Desde el inicio del mandato de Alberto Rojo se ha dado un impulso importante. 

El proyecto de futuro más importante en la agenda de la ciudad de Guadalajara, su nuevo campus universitario, avanza y despeja dudas sobre el calendario de actuaciones, si bien no se pone fecha exacta a ese soñado momento del corte de cinta que inaugure la infraestructura. Lo más relevante hoy es la decidida voluntad de todas las partes implicadas de seguir dando pasos juntos, superando los trámites administrativos pertinentes y dando respuesta a las dificultades que puedan surgir en el camino y esto ya es bastante. Cabe recordar años de parálisis por desencuentros políticos que primaron sobre el interés general de la Universidad y de la ciudad convertidos en una pesadilla que impedía que el sueño se hiciese realidad. Afortunadamente aquello pasó. Ahora el momento es otro y se debe reconocer que desde el inicio del mandato de Alberto Rojo al frente de la alcaldía el tema se ha acelerado, primero con la cesión definitiva de los terrenos a la Universidad, cuestión  principalmente de voluntad, y después gracias a la reunión de este lunes con el Gobierno regional y la autoridad docente, que lleva al anuncio de  la constitución de una mesa técnica de trabajo con representación de todos que irá analizando cada avance, y lo que es de gran importancia, preparando a Guadalajara para albergar unas instalaciones que no solo suponen una ampliación de la oferta académica, del alumnado, el profesorado y personal adscrito, sino, y sobre todo, un revulsivo social, cultural y económico que habrá que saber gestionar para su óptimo aprovechamiento. Estamos ante algo muy grande que se nos viene encima para mejorar nuestras vidas, demasiado despacio pero ya sin frenos, que revitalizará y modernizará la capital con efectos positivos para el resto de nuestra provincia. Cabe pedir responsabilidad y continuidad en la colaboración y unidad manifestada para seguir derribando obstáculos y poniendo piedras en el nuevo edificio, confiando en que la incertidumbre de la política nacional y los avisos de una posible recesión económica no vuelvan a ser factores que ralenticen una obra que acumula ya mucho retraso y la que miramos, por fin, con ilusión.