Azañón revitaliza su fiesta patronal de San Juan Evangelista

05/05/2014 - 16:05 Redacción

Azañón ha celebrado este fin de semana su fiesta patronal de San Juan Evangelista, cuya talla, del siglo XVII, se guarda en la Iglesia Parroquial de Azañón. Todos los años el sábado más próximo al 6 de mayo, los azañoneses salen en Romería desde el templo con la imagen del Santo hasta la Ermita de la Virgen de la Vega. El sábado, a partir de las 12.30 de la mañana, salía de nuevo la procesión. San Juan recorrió el kilómetro y medio que distan Ermita e Iglesia a hombros de los fieles, que sienten por él una especial devoción. No en vano la imagen fue salvada de la quema por los lugareños durante la Guerra Civil.

Cuando llegó la comitiva, el párroco local, Santiago Jiménez, ofició la ceremonia religiosa en el lugar, que preside una réplica de la Virgen de la Vega, cuyo original descansa en la Iglesia del pueblo. Al terminar la Misa, San Juan salió en procesión por los alrededores de la Ermita. En ese momento, Jiménez bendijo los campos, que a estas alturas del mes de mayo muestran un verdor luminoso en toda la comarca. La charanga Los Best le puso la música, en este caso solemne, a la celebración. Cuando terminaron los actos religiosos, los azañoneses compartieron una comida de hermandad en la explanada de la Ermita. Cada una de las personas que se acercaron a la comida, recibió un detalle por cortesía del Ayuntamiento de Trillo. En el año 2014 la Comisión de Festejos de Azañón que coordina el alcalde pedáneo del pueblo, Roberto Silva, ha revitalizado la celebración con un nutrido programa de actos en el que ha destacado, entre otras propuestas, la recuperación de la trashumancia de ganado, prácticamente olvidada en la comarca. “Nuestros mayores nos han contado que grandes partidas de ganado, bueyes, ovejas, mulas y cabras, hacían noche en Azañón camino de las ferias de ganado de Cifuentes, o de Sigüenza”, explica Silva. “Venían desde Zaorejas, Peñalén o Poveda de la Sierra, y pernoctaban en nuestro pueblo, o en Morillejo. Cifuentes está a veinte kilómetros. Madrugaban para llegar a la feria con el ganado por la mañana”, contaba Gerardo Escudero, uno de los mayores que comió en la explanada. De esta manera, a partir de las nueve de la mañana del sábado, se reunieron en el frontón de Azañón caballistas procedentes de Sacedón, Brihuega, Mohernando y también, naturalmente, de Trillo. Una vacada fue conducida por un pastor, precedida y seguida por los caballos, hasta el cerro de La Quebrá, mostrando la forma de hacer con el ganado. Después los caballos siguieron la procesión hasta la explanada de la Ermita, añadiéndole espectacularidad y vistosidad. Además de la recuperación de la trashumancia de ganado, el programa ha tenido otros muchos epígrafes, desde una conferencia sobre la evolución de la fiesta de los toros en las pequeñas localidades guadalajareñas, hasta un espectáculo de magia, además de la verbena. El tiempo ha acompañado en todo momento la celebración, con noches frías pero sol radiante durante el día. Diferentes miembros de la Corporación Municipal trillana, encabezados por el alcalde de Trillo, Francisco Moreno, han acompañado a los azañoneses en la celebración de San Juan.