Barreda impulsa un acuerdo nacional sobre el agua que garantice su uso para beber y descarte otras finalidades

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
El presidente ha intervenido en la celebración del Día de Honor de Castilla-la Mancha en Zaragoza
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, apeló hoy en Zaragoza a la creación de un gran acuerdo nacional del agua con una premisa básica que garantice el agua para beber a todos los españoles y destierre las propuestas en las que se utilice para potenciar desarrollos que no son sostenibles. El jefe del Ejecutivo castellano-manchego hacía estas declaraciones en el marco de Expo Zaragoza 2008 que hoy acoge el Día de Honor de Castilla-La Mancha.
El jefe del Ejecutivo castellano-manchego hacía estas declaraciones en el marco de Expo Zaragoza 2008 que hoy acoge el Día de Honor de Castilla-La Mancha. En este contexto, y a preguntas de los numerosos de medios de comunicación, destacó la necesidad de realizar una adecuada planificación de la gestión del agua, para lo que reivindicó información transparente del uso que se da al agua trasvasada.

Agua para todos, no para todo

Arropado por la vicepresidenta segunda del Gobierno regional, Mª Luisa Araújo, el consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingaron, el consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, José Luis Martínez Guijarro y las consejeras de Turismo y Artesanía y Cultura, Magdalena Valerio y Soledad Herrero, respectivamente, Barreda aclamó “agua para todos sí, para todo no”.

El presidente de Castilla-La Mancha aprovechó el escaparate de la muestra internacional para exponer la grave situación que atraviesa Castilla-La Mancha, una tierra seca, que sufre las consecuencias de un trasvase, el Tajo-Segura, que cruza más de 300 kilómetros por toda la Comunidad Autónoma, sin, hasta ahora, dejar un agota de agua en el camino y concebido antes de la Autonomía, cuando los castellano-manchegos no tenían la posibilidad de decidir por sí mismos.

En este punto significó la solidaridad de esta Región con los territorios que necesitan agua para beber pero no para otros usos que van además en detrimento del desarrollo de Castilla-La Mancha.

En este punto, recordó que las Naciones Unidas consideran el acceso al agua como un derecho fundamental para la vida y la salud, indispensable para una vida saludable y digna, requisito indispensable para todos los demás derechos humanos.

Por todos estos motivos y porque el trasvase Tajo-Segura está condicionando las posibilidades de desarrollo social de Castilla-La Mancha, el presidente del Ejecutivo regional rubricó que esta infraestructura tiene los días contados y así se recoge en el borrador del Estatuto de Autonomía, rubricado por unanimidad en las Cortes de Castilla-La Mancha. “Espero y confío en que esa postura unánime se mantenga”, apuntó el presidente.

Caudal mínimo da paso al ecológico

La justificación de la caducidad del acueducto está en cuestiones tales como que los planes de las cuencas de los ríos van a exigir caudal ecológico, del mismo modo que tan pronto como se apruebe la Directiva Marco de la UE se demandará calidad y cantidad del agua al exigir la protección de los ecosistemas acuáticos y la necesidad de mayor transparencia y disponibilidad de los datos (hidrológicos y económicos) referentes a la gestión del agua. En definitiva, el concepto de caudal mínimo se cambiará por el de caudal ecológico.

Junto a estas cuestiones y precisamente por ellas, José María Barreda reitera que las desaladoras deben empezar a funcionar ya en Levante, “ellos tienen un mar que desalar, nosotros no”, apuntó Barreda a la vez que recordó que en Castilla-La Mancha se ha puesto en marcha el Plan Especial del Alto Guadiana, por el que se ahorrarán 200 hectómetros cúbicos de agua al año, manteniendo al mismo tiempo la renta de los agricultores y garantizando el desarrollo sostenible de los acuíferos.

“En Castilla-La Mancha no sólo soportamos un trasvase ideológico, sino que también hacemos un notable esfuerzo para ahorrar agua”, significó el presidente autonómico a la vez que aseguró que no va a permitir que el trasvase sea un factor limitante de las posibilidades de esta tierra, “cuando todo el mundo sabe que el Tajo desemboca en el Atlántico y no en el Mediterráneo”

Del mismo modo el presidente castellano-manchego, que también reivindicó la presencia de Castilla-La Mancha en los órganos de gestión del agua, restó dramatismo a los denominados “enfrentamientos territoriales” y apostó por “un uso compartido del agua como compatriotas, no como rivales”.