BBVA rebaja más que nadie la previsión del crecimiento
01/10/2010 - 09:45
Por: M. J. ALEGRE. COLPISA
Pintan bastos en la economía española, y el frenazo se prolongará al menos durante cuatro a cinco trimestres. Los efectos de la crisis financiera internacional, la mayor vulnerabilidad de su sector inmobiliario, el elevado déficit exterior consecuencia de la expansión internacional y un sorprendente repunte de la inflación, junto a otros factores de imposible control nacional como la fortaleza del euro o la escalada del petróleo, configuran un panorama mucho más negativo de lo previsto, y el servicio de estudios del BBVA ha aplicado un drástico recorte a sus proyecciones.
Ahora piensa que el crecimiento económico de España estará este año entre el 1,7% y el 2,2%, el rango más bajo de las previsiones que estos días presentan instituciones públicas y privadas, e inferior en más de un punto a las estimaciones gubernamentales. La desaceleración no sólo será más intensa, sino que se prolongará en 2009, porque el avance de la actividad se situará el próximo año entre el 0,8% y el 2,0%.Tras alcanzar el mínimo en la primera mitad de ese ejercicio, se iniciará posteriormente una suave recuperación.
El servicio de estudios de BBVA opina, por otra parte, que las tensiones en energía y alimentos impulsarán la inflación en España hasta un intervalo del 3,6% al 3,8% este año, mientras que la moderación posterior llevará la tasa a niveles de una horquilla entre el 2,5% y el 2,9% en 2009.
José Luis Escrivá, economista jefe del servicio de estudios de la entidad bancaria, explicó que la ralentización pasará factura a las cuentas de las administraciones públicas, que todavía presentarán un superávit de tres décimas de PIB este año, pero que se teñirán de rojo en cuantía equivalente en 2009. En esa estimación se incluye la rebaja de 400 euros en la declaración del IRPF comprometida por el PSOE durante la campaña electoral.
Medidas de apoyo
Añadió que, incluso sin incrementar el nivel de deuda 36,2% del PIB, uno de los más bajos de la Unión Europea-, el Gobierno dispone del equivalente a un punto de Producto Interior Bruto en números redondos, unos 10.000 millones de euros- para aplicar políticas compensatorias y de reactivación económica. La inversión en infraestructuras bien orientadas y localizadas puede tener un efecto dinamizador considerable, apuntó.
Pero el banco también apunta medidas que, tras su aplicación en otros países, considera eficaces: deducciones fiscales temporales, aumento del gasto público en vivienda, o incluso extensiones tasadas del seguro de desempleo.
Y es que el pinchazo del ladrillo va a provocar que la inversión residencial se desplome un 14,5%, y pase de representar el 7,5% del PIB hasta un 5%, lo que restará hasta siete décimas al crecimiento. En la base de estos cálculos se encuentra un fuerte deterioro de las expectativas. La cifra de visados se recorta, en el peor de los escenarios, hasta niveles de la recesión económica de comienzos de los años noventa.
Por otra parte, que la economía se ralentice en los socios comerciales europeos, junto al cada vez más apreciado tipo de cambio del euro respecto al dólar van a suponer un drástico frenazo de las exportaciones. Este efecto exterior drenará medio punto a la expansión de la actividad este año, y hasta ocho décimas en el próximo ejercicio.
El servicio de estudios de BBVA opina, por otra parte, que las tensiones en energía y alimentos impulsarán la inflación en España hasta un intervalo del 3,6% al 3,8% este año, mientras que la moderación posterior llevará la tasa a niveles de una horquilla entre el 2,5% y el 2,9% en 2009.
José Luis Escrivá, economista jefe del servicio de estudios de la entidad bancaria, explicó que la ralentización pasará factura a las cuentas de las administraciones públicas, que todavía presentarán un superávit de tres décimas de PIB este año, pero que se teñirán de rojo en cuantía equivalente en 2009. En esa estimación se incluye la rebaja de 400 euros en la declaración del IRPF comprometida por el PSOE durante la campaña electoral.
Medidas de apoyo
Añadió que, incluso sin incrementar el nivel de deuda 36,2% del PIB, uno de los más bajos de la Unión Europea-, el Gobierno dispone del equivalente a un punto de Producto Interior Bruto en números redondos, unos 10.000 millones de euros- para aplicar políticas compensatorias y de reactivación económica. La inversión en infraestructuras bien orientadas y localizadas puede tener un efecto dinamizador considerable, apuntó.
Pero el banco también apunta medidas que, tras su aplicación en otros países, considera eficaces: deducciones fiscales temporales, aumento del gasto público en vivienda, o incluso extensiones tasadas del seguro de desempleo.
Y es que el pinchazo del ladrillo va a provocar que la inversión residencial se desplome un 14,5%, y pase de representar el 7,5% del PIB hasta un 5%, lo que restará hasta siete décimas al crecimiento. En la base de estos cálculos se encuentra un fuerte deterioro de las expectativas. La cifra de visados se recorta, en el peor de los escenarios, hasta niveles de la recesión económica de comienzos de los años noventa.
Por otra parte, que la economía se ralentice en los socios comerciales europeos, junto al cada vez más apreciado tipo de cambio del euro respecto al dólar van a suponer un drástico frenazo de las exportaciones. Este efecto exterior drenará medio punto a la expansión de la actividad este año, y hasta ocho décimas en el próximo ejercicio.