No todo el mundo llega a los 100 años bailando

Benedicta Pérez Martínez, una mujer valiente y luchadora, nació en 1924 en Taravilla. Siendo la menor de seis hermanos, se casó con el molinero en Terzaga, donde crió a sus tres hijos. Más tarde, se trasladaron a Molina de Aragón para trabajar en el molino de la calle larga, que fue el último en permanecer abierto en la zona.

Benedicta ha vivido el resto de su vida en Molina, siendo testigo de los cambios y la evolución de la ciudad. Su dedicación y esfuerzo en el molino han dejado una huella importante en la comunidad. Su historia es un ejemplo de tenacidad y amor por su tierra. A lo largo de los años, esta mujer ha sido una parte integral de la vida de Molina, y su presencia ha dejado una marca imborrable en la historia de la ciudad. Su dedicación a su familia y su labor en el molino son dignas de admiración.

Benedicta Pérez Martínez es un testimonio viviente de la historia y la tradición de Molina. Su vida es un homenaje a la fortaleza y al amor por su hogar.