Bertone defiende ante Zapatero las posturas del Vaticano
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El cardenal secretario del Estado del Vaticano, Tarciso Bertone, culminó ayer su visita a nuestro país haciendo un balance positivo de sus encuentros con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya que aseguró que se había tratado de un viaje muy provechoso.
Entre los temas que trató con el jefe del Ejecutivo, está el de la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, sobre la que Zapatero le prometió que tendrá en cuenta el arraigo cultural de la Iglesia Católica en nuestro país, manteniendo, además, los acuerdos Iglesia-Estado. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, habló también de las buenas relaciones entre ambos Estados, y destacó que el Gobierno español tiene un diálogo privilegiado con el Vaticano.
En una rueda de prensa en la Casa de la Iglesia, tras pronunciar una conferencia titulada Los Derechos Humanos en el magisterio de Benedicto XVI, Bertone afirmó que el presidente del gobierno le ha asegurado en sus encuentros que la reforma de la ley orgánica de Libertad religiosa va a tener en cuenta el arraigo cultural, histórico, artístico y religioso, de la Iglesia Católica en españa. Así, confirmó que el Gobierno español no prepara una equiparación de las religiones al mismo modo, y que mantendrá los Acuerdos Iglesia-Estado. Precisamente, durante la conferencia, Bertone destacó que el principio de Igualdad referido a las confesiones religiosas se entiende frecuentemente como uniformidad de tratamiento jurídico de esas por parte de la ley civil, interpretación que consideró incorrecta. En este sentido, indicó que el principio de igualdad se vulnera si se tratan situaciones de modo diverso, pero también si se tratan situaciones diversas de igual manera. El principio de igualdad requiere que por parte del Estado haya una disciplina de las confesiones religiosas respetuosa con sus peculiaridades teniendo también presente el arraigo cultural e histórico que cada una tiene en la sociedad, agregó.
También advirtió de que imponer, como pretende el laicismo, una fe o una religiosidad estrictamente privada es buscar una caricatura de lo que es el hecho religioso, y defendió el derecho de la Iglesia a referirse a cuestiones morales de la sociedad. Negar a la comunidad cristiana y a quienes la representan legítimamente el derecho de pronunciarse sobre los problemas morales que hoy interpelan la conciencia de todos los seres humanos no es signo de sana laicidad, añadió. Por ello, afirmó que esta actitud de la Iglesia no es una injerencia indebida en la actividad legislativa, sino la afirmación y defensa de los grandes valores que dan sentido a la vida de las personas y salvaguardan su dignidad. Se trata de mostrar que sin Dios el hombre está perdido, que excluir la religión de la vida social, en particular la marginación del Cristianismo, socava las bases de la convivencia humana, pues antes de ser de orden social y político, estas bases son de orden moral, apuntó. En todo caso, Bertone afirmó que la Iglesia aspira a cooperar leal y abiertamente con todos los responsables políticos en el noble diseño de lograr una civilización de la justicia, la paz, la reconciliación y la solidaridad.
Diálogo privilegiado
En este sentido, el ministro de Exteriores, subrayó hoy la voluntad del Gobierno de mantener un diálogo privilegiado con el Vaticano, según declaró a los periodistas en Roma. Así, valoró la visita de Bertone con enorme satisfacción y resaltó el entendimiento que existe entre ambas partes.
Especialmente, destacó la coincidencia en materia de política exterior, en la que tienen las mismas prioridades, tales como la lucha contra la pobreza y la utilización del diálogo y la diplomacia para resolver temas como el de Oriente Medio. Asimismo, subrayó que España y el Vaticano se proponen trabajar juntos en Cuba, país sobre el que comparten un mismo enfoque y una misma política y mantienen posiciones absolutamente convergentes, aseguró.
Por otra parte, durante su intervención, Bertone no olvidó abordar el tema del aborto destacando la necesidad de restringir y no ampliar esta práctica, al tiempo que defendió la vida humana desde su concepción hasta su ocaso natural. Así, defendió que la dignidad del ser humano implica, entre otras cosas, el respeto a la vida desde su concepción hasta su ocaso natural. No podemos caer en el engaño de pensar que se puede disponer de la vida hasta legitimar su interrupción enmascarándola quizá con un velo de piedad humana, agregó.
En una rueda de prensa en la Casa de la Iglesia, tras pronunciar una conferencia titulada Los Derechos Humanos en el magisterio de Benedicto XVI, Bertone afirmó que el presidente del gobierno le ha asegurado en sus encuentros que la reforma de la ley orgánica de Libertad religiosa va a tener en cuenta el arraigo cultural, histórico, artístico y religioso, de la Iglesia Católica en españa. Así, confirmó que el Gobierno español no prepara una equiparación de las religiones al mismo modo, y que mantendrá los Acuerdos Iglesia-Estado. Precisamente, durante la conferencia, Bertone destacó que el principio de Igualdad referido a las confesiones religiosas se entiende frecuentemente como uniformidad de tratamiento jurídico de esas por parte de la ley civil, interpretación que consideró incorrecta. En este sentido, indicó que el principio de igualdad se vulnera si se tratan situaciones de modo diverso, pero también si se tratan situaciones diversas de igual manera. El principio de igualdad requiere que por parte del Estado haya una disciplina de las confesiones religiosas respetuosa con sus peculiaridades teniendo también presente el arraigo cultural e histórico que cada una tiene en la sociedad, agregó.
También advirtió de que imponer, como pretende el laicismo, una fe o una religiosidad estrictamente privada es buscar una caricatura de lo que es el hecho religioso, y defendió el derecho de la Iglesia a referirse a cuestiones morales de la sociedad. Negar a la comunidad cristiana y a quienes la representan legítimamente el derecho de pronunciarse sobre los problemas morales que hoy interpelan la conciencia de todos los seres humanos no es signo de sana laicidad, añadió. Por ello, afirmó que esta actitud de la Iglesia no es una injerencia indebida en la actividad legislativa, sino la afirmación y defensa de los grandes valores que dan sentido a la vida de las personas y salvaguardan su dignidad. Se trata de mostrar que sin Dios el hombre está perdido, que excluir la religión de la vida social, en particular la marginación del Cristianismo, socava las bases de la convivencia humana, pues antes de ser de orden social y político, estas bases son de orden moral, apuntó. En todo caso, Bertone afirmó que la Iglesia aspira a cooperar leal y abiertamente con todos los responsables políticos en el noble diseño de lograr una civilización de la justicia, la paz, la reconciliación y la solidaridad.
Diálogo privilegiado
En este sentido, el ministro de Exteriores, subrayó hoy la voluntad del Gobierno de mantener un diálogo privilegiado con el Vaticano, según declaró a los periodistas en Roma. Así, valoró la visita de Bertone con enorme satisfacción y resaltó el entendimiento que existe entre ambas partes.
Especialmente, destacó la coincidencia en materia de política exterior, en la que tienen las mismas prioridades, tales como la lucha contra la pobreza y la utilización del diálogo y la diplomacia para resolver temas como el de Oriente Medio. Asimismo, subrayó que España y el Vaticano se proponen trabajar juntos en Cuba, país sobre el que comparten un mismo enfoque y una misma política y mantienen posiciones absolutamente convergentes, aseguró.
Por otra parte, durante su intervención, Bertone no olvidó abordar el tema del aborto destacando la necesidad de restringir y no ampliar esta práctica, al tiempo que defendió la vida humana desde su concepción hasta su ocaso natural. Así, defendió que la dignidad del ser humano implica, entre otras cosas, el respeto a la vida desde su concepción hasta su ocaso natural. No podemos caer en el engaño de pensar que se puede disponer de la vida hasta legitimar su interrupción enmascarándola quizá con un velo de piedad humana, agregó.