'Besos y caprichos', de Pedro José Pradillo, en el Palacio Ducal de Cogolludo
El viernes, en el Palacio Ducal de Cogolludo, se inauguró la exposición 'Besos y Caprichos' de Pedro José Pradillo. Su Salón Rico acoge, hasta el próximo 21 de mayo, ochenta cajas-collage, obra del artista, que reinterpretan la colección completa de los Caprichos de Goya.
En el discurso plástico de aquellos aguafuertes, el genio aragonés enjuiciaba a la sociedad de la época, deteniéndose en los defectos y los vicios que afectaban a todos, -los sabidos pecados capitales, y , en particular en aquellos que protagonizaban los poderosos. Pero además su mirada se dirigió a las supersticiones, a la deficiente formación de los educandos y al abuso e instrumentación de que era víctima la mujer.
“Goya sabía que iban a sentar mal, puesto que cuestionaban la sociedad de su tiempo”, explicaba ayer Pradillo. La serie se publicó en febrero de 1799, pero al perder el poder Godoy y los ilustrados, el pintor retiró los ejemplares aún disponibles de forma precipitada por temor a la Inquisición, solo 14 días después de salir a la venta. En 1807, para salvar los Caprichos, decidió ofrecer al rey las planchas y los 240 ejemplares no vendidos, con destino a la Real Calcografía.
Han pasado 200 años, “pero la sociedad no ha cambiado mucho”, opinó ayer Pedro J. Pradillo en Cogolludo. A su juicio, “tiene los mismos pecados capitales: el abuso del poder hacia las clases subalternas, el abuso del capitalismo, el abuso de algunos miembros de la iglesia, la mala educación de los hijos o el maltrato hacia las mujeres”.
Así, como artista comprometido con su tiempo, y consciente de que en este comienzo del siglo XXI los problemas que reflejaban los Caprichos se han reproducido y multiplicado, Pradillo los ha hecho suyos. “Admiré de nuevo, y releí, los Caprichos de Goya, y se me ocurrió unirlos con las sentencias que me habían impactado en el ensayo 'Consejos a un joven escritor' cuando descubrí al genial Danilo Kiš”, explicaba ayer Pedro J. En este ensayo, el escritor serbio facilita a los jóvenes con inquietudes un conjunto de proverbios que son un acicate para sus conciencias y para el sentido crítico frente a las élites de cualquier tendencia e ideología.
El trabajo del artista, ante la coyuntura general de la crisis, ha consistido en realizar una serie de composiciones que actualizan los Caprichos, incorporando las sanciones que propusiera el poeta y novelista serbio.
Así salieron los besos, o Kiš, y los caprichos, de Goya, “formando este mundo de escaparates, pequeñas cajas, donde se concentra lo acido, lo cáustico, lo irónico y lo onírico, para intentar descubrir cuáles son las claves de la sociedad de nuestro tiempo”, señalaba
Pradillo produjo esta colección a lo largo de cuatro años, entre 2014 y 2018, y encargó a su amigo y editor, José Miguel Muñoz, el libro que debía explicar cada una de sus creaciones.
Dos siglos antes, amigos personales de Goya habían hecho lo mismo, anotando lo que significa cada uno.
José Miguel Muñoz trabajó en el libro, al tiempo que Pradillo cerraba la colección. En 2021 se editaron cien ejemplares. “Ha hecho un trabajo magnífico”, alabó el artista, que regaló ayer uno de estos ejemplares a la biblioteca municipal de Cogolludo, así como también el catálogo de su última exposición en Cuenca, 'El sueño de la razón', una muestra antológica que recoge toda la obra de Pradillo en el siglo XXI.
José Miguel, que también intervino en el acto inaugural de la muestra, afirmó que 'Besos y Caprichos' algún día estará en todas las historias del arte español del siglo XX y XXI, reconociendo al gran maestro que es Pradillo en el arte conceptual y objetual.
Desde que Pedro J. Pradillo comenzara este trabajo, algunos de estos 'Besos y Caprichos' han sido presentados en público en varias ocasiones y espacios. Sin embargo, es en el Salón Rico del Palacio Ducal de Cogolludo donde pueden admirarse en su conjunto, por primera vez, las ochenta inquietantes cajas que constituyen este imaginario colectivo. La exposición se puede ver hasta el próximo 21 de mayo, todos los días de la semana, previa cita en la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Cogolludo (949 85 72 14-676 34 64 85).