Bisbal echó el telón a los conciertos de abono ante cinco mil personas
No era el lleno hasta la bandera del concierto de Despistaos y La Fuga, pero David Bisbal también arrastró ayer torrentes de personas en la cita de la Fuente de la Niña. Y más en sábado de Ferias, sin rastro de lluvia y con los fans madrileños a la vuelta de la esquina. Según las estimaciones de la organización, allí se congregaron unas 5.000 personas, con un público eminentemente femenino, aunque también se pudo ver bastantes familias con niños.
Además de tratarse del último concierto de Ferias, ayer era la oportunidad para disfrutar del almeriense en directo para todos aquellos que no pudieron conseguir su entrada en el concierto que ofreció el pasado mes de noviembre en el Buero Vallejo, con la limitación de aforo que supone la sala teatral alcarreña. Aquella era una cita íntima, con otros matices y para presentar su último disco Sin mirar atrás. La de ayer era masiva, con un gran escenario, una voluminosa producción y temas de su nuevo álbum, pero también con espacio para sus grandes y antiguos éxitos. El ricitos de oro de Almería no demoró su inicio en las agujas del reloj y sus primeros tonos comenzaron a hacerse audibles a las 23.00 horas en punto. Hubo hasta quien protestó entre los que estaban entrando por tanta puntualidad. Comenzó con el tema que da nombre a su último disco, Sin mirar atrás, para continuar con Esclavo de tus besos y Al Andalus, antes de dar voz a su primera balada de la noche, Tu ausencia. Sin embargo el momento más emotivo llegó cuando Bisbal se ausentó por unos breves minutos, tiempo que aprovechó para cambiarse de vestuario y vestirse de gala. ¿Por qué? Porque iba a dedicar el siguiente tema, Princesa, a su mujer, Elena Tablada, y a su hija, ambas presentes ayer en Guadalajara. En el escenario, al fondo, una gran pantalla acompañaba cada canción con imágenes complementarias y relacionadas con cada uno de los temas. A los lados, y quizás pensando en las personas más esquinadas en el concierto, otras dos pantallas de notable tamaño ofrecían un visionado en directo de la actuación de David Bisbal. Al cierre de esta edición, el concierto seguía su normal transcurso, sin que la lluvia amenazara con echarlo al traste en su parte restante. David Bisbal es ya un viejo conocido en Guadalajara. No fue la de ayer, ni mucho menos, la primera vez que pisaba Guadalajara, y no sólo por la susodicha actuación de hace unos meses en el Buero Vallejo. De hecho, Bisbal ya sabe lo que son las Ferias de Guadalajara. Ya pisó suelo alcarreño en los días festivos de hace unos años, aunque con un escenario diferente, aunque igualmente amplio: el campo del fútbol del Pedro Escartín. El propio artista, en una entrevista concedida a Nueva Alcarria hace unos días, ya aseguró que en Guadalajara se siente "como en casa", y sabe que en plazas conocidas como ésta a uno le exigen más calidad. Y ayer volvió a recordarlo en directo y a mostrar su cariño por Guadalajara, aunque también saludó a paisanos de su comunidad cuando vio entre el público banderas de Andalucía, aunque también las había de Canarias, Venezuela, de México,... Pero la llegada, otra vez, de Bisbal no fue caprichosa. O al menos eso sostiene el concejal de Festejos, Jaime Carnicero, que asegura que ha sido una de las peticiones populares entre los ciudadanos, especialmente jóvenes, consultados a la hora de confeccionar los carteles de los conciertos.