Buenos Aires, sin olvido
13/03/2012 - 00:00
Se hace extraño observar España desde La Argentina. Aquí lo habitual es la crisis y lo extraordinario es el crecimiento. Cristina Fernández está agotando el suyo; la inflación devora al país y la falta de seguridad jurídica de las empresas motivará desinversión. Pero de momento circula la plata en una ciudad, Buenos Aires, que en muchos rublos ya es más cara que Londres o Madrid.
Los argentinos preguntan, perplejos, por la tragedia española. No entienden que se haya desmoronado el castillo de la economía española. Los que se fueron para España, algunos, comienzan a regresar: ya no hay trabajo.
No se creen el retroceso en derechos laborales y están atentos a cada nueva movilización. Les explico que la familia, en España, es una red de apoyo en donde buscan refugio los hijos y los nietos. El milagro de la multiplicación de los panes y los peces ya no llega para todos; pero todavía aguanta.
Con su capacidad psicoanalítica escudriñan en la personalidad de José Luis Rodríguez Zapatero e intentan bucear en la retranca gallega de Rajoy.
Argentina siempre estuvo más pendiente de España que nosotros de ellos.
Por eso sienten inquietud transoceánica.
La marginación y la pobreza son consustanciales a la Argentina; pero no se creen que en España pueda haber once millones de pobres. No están acostumbrados a eso, porque no tienen memoria precisa de la posguerra.
Hoy, tomando café, en la vereda, con un grupo de amigos, me decían: "¿cuándo va a explotar España; se les acabó la rebeldía?"
Les dije lo que pensaba: el miedo hace estragos y paraliza. Las tesis neoliberales han sido un narcótico de resignación. Los banqueros siguen ganando lo mismo mientras desahucian casas compradas al empuje de la especulación inmobiliaria.
Quién todavía tiene algo reza para no perderlo y nadie, todavía, está dispuesto a arriesgar lo que tiene. Y los que no tienen nada están sumidos en la depresión. Todavía no ha llegado la chispa que encienda la pólvora. Pero llegará.
En Internet se sigue al minuto los debates de los recortes. Les digo: "no sabremos la verdad hasta que se celebren las elecciones de Andalucía y Asturias en próximo 25 de Marzo. Entonces, Rajoy se quitará la careta".
El socialismo español está destrozado y no tiene crédito moral todavía.
Se marchan contrariados. Quizá hayan entendido que lo suyo, lo de Argentina, su crecimiento, es un espejismo. Porque aquí también los ricos son cada vez más ricos y los pobres no se han recuperado. Bueno, les dije: "eso es el neoliberalismo. Nunca reparten cuando ganan y siempre recortan para no perder". Todavía hace calor en Buenos Aires. El otoño está sencillamente por llegar.