Cabanillas se adapta a la normativa y limita los pasos de cebra a 10 centímetros de altura

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
Tendrá que modificar un total de 28 reductores de velocidad
La Corporación cabanillera ha abordado la unificación de todos los reductores de velocidad (también conocidos como guardias tumbados o simplemente como badenes), que obligan a los conductores a limitar la velocidad en determinados puntos de la vía, al mismo tiempo que cumplen la función de pasos de cebra elevados para los peatones.
Para llevar a cabo estas modificaciones se ha tomado como referencia una instrucción técnica del Ministerio de Fomento, de aplicación en las travesías de la Red de Carreteras del Estado desde octubre de 2008.
“No se trata de una normativa obligatoria para los ayuntamientos, pero hemos visto que podría ser la mejor forma de atenernos a un criterio a prueba de polémicas”, ha comentado el concejal Luis Miguel Fuentes quien, como edil y como conductor él mismo admite que “cuando nos ponemos al volante, no hay dos conductores que tengan la misma opinión sobre si un paso de cebra es demasiado elevado o no; y si se lo preguntas a un peatón, seguro que también piensa distinto. Por eso, lo mejor es remitirnos a lo considerado idóneo por los técnicos de Fomento”.
Según esas directrices, la altura contemplada es de diez centímetros, con una tolerancia en más o en menos de un centímetro. La longitud de las rampas de acceso será de un metro por cada lado cuando la limitación de la velocidad para la vía por la que se circula sea de 30 kilómetros por hora; metro y medio para las limitaciones a 40; y dos metros y medio cuando ésta sea de 50 kilómetros por hora.
La norma tomada como referencia también detalla el modo en el que debe hacerse la conexión con la acera y los sistemas de drenaje recomendados, así como las señalizaciones horizontales y verticales recomendadas.
Esta medida también ha tenido que ser aplicada en otros municipios de la provincia debido a las quejas de los conductores por su elevada altura y los daños que se producían en los vehículos. El Ayuntamiento de Guadalajara fue uno de los primeros en adaptar sus badenes a las directrices marcadas , y que suscitó la solicitud por parte de la empresa del servicio de autobuses de una indemnización. Entonces argumentaban que la altura de estos pasos elevados dañaba la mecánica del vehículo y mermaba la circulación.
En los últimos años, estos badenes han proliferado en un gran número de municipios tanto en los más poblados como en otros que no lo están tanto en el medio rural con el fin de conseguir de forma eficaz la reducción de velocidad y el cumplimiento de las normas de circulación.