Las defunciones descendieron un 22% en mayo respecto a 2019, pero las cifras de los tres últimos meses siguen asustando

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJ) ha actualizado los datos relativos a la expedición de licencias de enterramiento en Castilla-La Mancha durante el mes de mayo. Esta información se ha remitido por la totalidad de los Registros Civiles de las cabeceras de Partidos Judiciales y una buena parte de las Agrupaciones y Juzgados de Paz. 

Así, según los datos del TSJ, las defunciones en Castilla-La Mancha en mayo de 2020 han disminuido un 10,8 % con respecto a las inscritas en el mismo periodo del año anterior. Los registros civiles de Castilla-La Mancha han expedido el pasado mes de mayo 1.439 licencias de enterramiento cuando en el mismo mes de 2019 se registraron 1.614 defunciones. Y de ese número de 1.439, en 456 licencias de enterramiento, el 31,7 %, se recoge como causa del fallecimiento COVID o sospecha compatible con COVID por concurrir procesos patológicos de tipo pulmonar compatibles con dicha causa.

Al margen de este dato, la reducción en el número de expedición de licencias de enterramiento en la región durante el mes de mayo también ha sido significativa con respecto a los meses de marzo y abril de 2020. Concretamente, el descenso con respecto al mes de abril es del 63,1 % (3.902 licencias enterramiento en abril frente a 1.439 de mayo). En cuanto al porcentaje de disminución en referencia al mes de marzo alcanza el 58,4 % (3.458 licencias de enterramiento en marzo por 1.439 de mayo).

En el caso de la provincia de Guadalajara, el TSJ notifica 124 fallecidos en mayo de los que 39 (el 31,5%) lo hicieron por coronavirus o causa compatible. Esto supone una reducción del 22% respecto al número de defunciones registradas en mayo de 2019, cuando hubo 159 defunciones, y aún myaor respecto a 2018, cuando fueron 172. Esto hace de Guadalajara la segunda provincia de la región en la que más descendieron las defunciones respecto a mayo del pasado año. En Albacete descendió un 5%, en Ciudad Rral un 3,8%, en Cuenca un 28,4% y en Toledo un 9,6%. Además, el número de defunciones en la provincia es aproximadamente tres veces menor al registrado en marzo (339) y abril (381).

Eso sí, cabe destacar igualmente que, mientras a nivel provincial el dato se reduce, en la capital experimenta un notable aumento. En concreto, el número de defunciones en Guadalajara capital respecto a mayo de 2019 crece un 152,2%, al pasar de 46 a 116, de las que 37 (un 31,9%) son por coronavirus o casusas compatibles con él. Tampoco se trata de un hecho aislado, ya que el resto de capitales de la región también subieron su mortalidad, casi un 190% en Ciudad Real; un 62% en Cuenca; un 340% en Toledo; y un 38,1% en Albacete.

En total, según los datos del TSJ, el número de fallecimiento que se han producido durante los últimos tres meses en la provincia ascienden a 844, de los que 516 habrían sido por coronavirus o causas compatibles (en estos momentos desde la consejería de Sanidad hay confirmados 257 fallecimientos por coronavirus con prueba PCR, por lo que los casos sospechosos ascenderías a 259),. En marzo fueron 339 ( un 93% más que las 175 persona que murieron en marzo de 2019), de los que 222 fueron por covornavirus o causas compatibles; en abril fueron 381 ( un 138% más que en abril de 2019, cuando fueron solo 160), de los que 255 fueron por Covid o causas compatibles; y finalmente en mayo 124, con 39 defunciones por coronavirus o causas compatibles. 

Recogida de datos

El expediente se abrió en el mes de abril tras constatar con datos el incremento sustancial de licencias de enterramiento y defunciones durante el mes de marzo, que estaba provocando, según informaciones recibidas por el Presidente del TSJ, dificultades en la gestión de los trámites para la inhumación de los cuerpos. De igual modo, se pusieron de manifiesto, desde un primer momento, dificultades para la gestión de las licencias e inscripciones de defunción por aumento significativo de la mortalidad, así como en la consignación de las causas de la muerte en las certificaciones médicas, en las que no siempre aparecía referenciada la infección por el Virus. Todo ello debido, fundamentalmente, al no sometimiento a muchas de las personas afectadas a test o analíticas que acreditaran cumplidamente dicho contagio, si bien en muchos supuestos los indicios y síntomas de las patologías inmediatamente causantes de la muerte apuntaban a dicha infección como causa principal o determinante de la misma. Como consecuencia de estos datos, el Acuerdo dictado por la Presidencia del TSJCLM dirigía prevención a los Jueces Encargados de los Registros Civiles para que, en lo sucesivo, se velara por hacer una identificación lo más precisa posible de la causa inicial o fundamental de la muerte en todos