Casi un tercio de los británicos entre 20 y 34 años vive con sus padres, por menos de un quinto de las mujeres
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Casi un tercio de los jóvenes británicos de entre 20 y 34 años continúa viviendo con sus padres, por el 18 por ciento en caso de las mujeres, según una encuesta de la Oficina Nacional de Estadística (ONS, en sus siglas en inglés) de Reino Unido, que revela en los últimos años un incremento de las personas que se quedan en el hogar familiar.
Los números del informe 'Tendencias sociales' apunta a un incremento de dos puntos en el último año en el caso de los hombres y de tres en el de ellas, que atribuye principalmente a la prolongación de los estudios más allá de la edad obligatoria, el elevado coste de la vivienda y el incremento del desempleo en las islas.
El número de estudiantes se ha cuatriplicado en el último cuarto de siglo y ha pasado de 621.000 a principios de los 70 a unos 2,5 millones actualmente, un factor que podría haber contribuido a que, en el segundo trimestre de 2008, hasta 1,8 millones de hombres jóvenes y 1,1 millones de mujeres siguiesen en la casa de sus padres, 300.000 más que en 2001.
Además, se da la circunstancia de que aquellos que abandonan definitivamente la residencia paterna lo hacen en solitario, ya que el porcentaje de personas que viven solas en Reino Unido se ha duplicado desde 1971 y ha pasado del 6 al 12 por ciento.
Asimismo, las parejas tienen menos predisposición que nunca a contraer matrimonio o tener hijos, con cifras como las de 2006, cuando el número de enlaces llegó al nivel más bajo desde 1895 en Inglaterra y Gales, con un total de 237.000. La media para casarse por primera vez ese año era de 30 años entre las mujeres y de 32 en el de los hombres, dos años más tarde que hace tan sólo una década.
Prueba de esta evolución es la de que el pasado año, un cuarto de las familias de Reino Unido estaban formadas por parejas sin hijos, frente al 19 por ciento de esta variable a principios de la década de los 70. Como consecuencia, también la media de edad a la que las mujeres dan a luz por primera vez ha aumentado signficativamente en este cuarto de siglo, al pasar de los 23,7 años a los 27,5.
Aparte, el informe refleja cómo aquellos que se deciden a tener descendencia descargan en fórmulas más informales el cuidado de la prole para permitir a las madres continuar con su carrera laboral, ya que mientras un cuarto empleó los canales ordinarios, el 32 por ciento dejó a sus hijos al cuidado de los abuelos.
El número de estudiantes se ha cuatriplicado en el último cuarto de siglo y ha pasado de 621.000 a principios de los 70 a unos 2,5 millones actualmente, un factor que podría haber contribuido a que, en el segundo trimestre de 2008, hasta 1,8 millones de hombres jóvenes y 1,1 millones de mujeres siguiesen en la casa de sus padres, 300.000 más que en 2001.
Además, se da la circunstancia de que aquellos que abandonan definitivamente la residencia paterna lo hacen en solitario, ya que el porcentaje de personas que viven solas en Reino Unido se ha duplicado desde 1971 y ha pasado del 6 al 12 por ciento.
Asimismo, las parejas tienen menos predisposición que nunca a contraer matrimonio o tener hijos, con cifras como las de 2006, cuando el número de enlaces llegó al nivel más bajo desde 1895 en Inglaterra y Gales, con un total de 237.000. La media para casarse por primera vez ese año era de 30 años entre las mujeres y de 32 en el de los hombres, dos años más tarde que hace tan sólo una década.
Prueba de esta evolución es la de que el pasado año, un cuarto de las familias de Reino Unido estaban formadas por parejas sin hijos, frente al 19 por ciento de esta variable a principios de la década de los 70. Como consecuencia, también la media de edad a la que las mujeres dan a luz por primera vez ha aumentado signficativamente en este cuarto de siglo, al pasar de los 23,7 años a los 27,5.
Aparte, el informe refleja cómo aquellos que se deciden a tener descendencia descargan en fórmulas más informales el cuidado de la prole para permitir a las madres continuar con su carrera laboral, ya que mientras un cuarto empleó los canales ordinarios, el 32 por ciento dejó a sus hijos al cuidado de los abuelos.